La electroterapia o electro estimulación, es una técnica que se utiliza a nivel de fisioterapia para aliviar o reducir dolores que se pueden presentar en los adultos.
Es efectiva para los dolores causados por mala postura, lesiones, músculos contraídos, desgaste articular o tratamiento con dolor crónico.
El fisioterapeuta Alexis Morillo, asegura que “este tratamiento puede utilizarse en personas de cualquier edad, adaptando la frecuencia y el pulso de la onda eléctrica a la tolerancia de cada quien”.
Añadió que “en el adulto mayor puede servir para tratar contracturas musculares, producto de una mala posición durante la noche, o una torcedura o un esguince leve al caminar, así como los dolores que se presentan en articulaciones desgastadas como las rodillas, hombros y cadera”.
¿En qué consiste la electroterapia?
Es una terapia en la que usa corriente eléctrica de forma controlada sobre la zona que afecta el dolor en el paciente, estos impulsos eléctricos pasan a través de electrodos adheridos a la piel.
La corriente oscila entre 2 a 100 Hz y actúa sobre las fibras nerviosas para bloquear la sensación de dolor. Esto provoca una vasodilatación pasiva lo que ayuda a generar el tejido dañado.
Se puede aplicar energía electromagnética desde baja frecuencia, media, campos magnéticos, imanterapia, termoterapia profunda, superficial como infrarrojos y láser.
Beneficios de la electroterapia
Alivia los dolores
Recupera la movilidad
Genera bienestar físico
Efecto calmante
Previene futuras molestias
Sirve como antinflamatorio
Previene contracturas musculares
Es eficaz en lesiones como contusiones, esguinces y luxaciones
Recomendación
Antes de emplear este tipo de terapia se hace una evaluación, para determinar el estado del paciente y la estrategia a seguir.
El especialista señaló que no puede utilizarse en zonas del cuerpo donde haya un daño titular o alteración de la sensibilidad la piel o si hay heridas abiertas.
Tampoco se recomienda la electroanalgesia en la parte superior del cuerpo de adultos mayores con marcapasos.
Puede emplearse diariamente cuando el dolor está en una etapa aguda y luego puede espaciarse progresivamente su aplicación, con la evaluación continua del especialista, quien debe verificar si la dolencia está aliviándose o ha desaparecido.
