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martes 23, abril 2024

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Habitantes de El Castaño y Palmarito viven la reconstrucción de zonas afectadas por la naturaleza

|| Rodolfo Gamarra || Fotos: Rodolfo Gamarra / Archivo

Algunas familias están a la espera de una solución habitacional y la rehabilitación integral de sus comunidades

Hace un año, una lluvia torrencial desató el aluvión que arrasó con todo lo que encontró a su paso en Palmarito y El Castaño, municipio Girardot del estado Aragua. La crecida del cauce del río dejó un saldo de tres muertos, más de 200 damnificados, cientos de viviendas destruidas y daños en la infraestructura vial, eléctrica y el acueducto.

Ricardo Maingon, vocero de El Castaño, indicó que junto a otros vecinos y en apoyo de especialistas de la Universidad Central de Venezuela (UCV), levantaron un informe en cinco meses, en el que determinaron que el evento natural, que impactó 470 viviendas, 27 con pérdida total, 134 con daños graves y 309 con afectaciones leves, podría volver a ocurrir.

“Son procesos geológicos naturales, propios de la zona. Por donde te metas en el sector hay evidencias que este tipo de eventos pasaba”.

Según Maigon, en El Castaño habitan cerca de 10.000 habitantes, distribuidos en 15 comunidades, tres de ellas vulneradas por el aluvión del 17 de octubre de 2022. “Un día antes, el 16, llovió lo que en promedio se registra en todo el mes de octubre”.    

Explicó que se debió a una combinación de factores como las condiciones topográficas y geológicas de la zona, “los incendios forestales que dejaron las laderas desnudas, la saturación del suelo por las lluvias intensas y la formación de presas naturales que se rompieron”.

Maingon reconoció que hubo una respuesta inmediata por parte de las autoridades y otros actores sociales para atender la emergencia, rescatar a quienes quedaron atrapados, asistir a los heridos y remover el material, para finalmente restablecer los servicios básicos.

Sin embargo, señaló que después de eso hubo un gran parón en las obras de recuperación y reconstrucción, ante lo que esperan una pronta reactivación de las labores.

LA ESPERA

Un año más tarde hay quienes siguen a la espera de una solución habitacional o la reconstrucción integral de sus comunidades. Otros, han tenido que mudarse o vivir con terceras familias. Y más allá, están los que han tratado de recuperar sus casas por medios propios.

Emeterio Planché, vecino y miembro del consejo comunal de Palmarito, relató que el aluvión se produjo por el taponamiento de una piedra en el puente del río que hizo que se desbordara e interconectara con otras tres quebradas: La Mona, Los Tragahumos y Guayabo.

Planché contó que su casa en el sector El Potrero desapareció, la misma realidad que vivieron al menos 15 familias que declararon “pérdida total” de sus viviendas.

Desde entonces ha tenido que ocupar parte de la casa de su madre, donde se mantiene en espera de las autoridades que han prometido ayuda para la reconstrucción o reubicación.

Ricardo Rodríguez, otro vecino de Palmarito, que también perdió su casa, manifestó que no dispone de recursos para trabajar en su terreno, por lo que consiguió vivir con otra familia.

Rodríguez pidió al gobierno que le ayude a levantar “una casita”, aunque sea con materiales para empezar con la autoconstrucción.

Por su parte, Yolanda Carmona Pícoli, una de las propietarias afectadas por la tragedia en la calle Araguaney de la urbanización El Castaño, aseguró que desde la fatídica fecha la zona está sin energía eléctrica.

Se siente angustiada debido a que las autoridades no han dragado ese tramo de la quebrada La Mona, que ocasionó daños a su casa y a cuatro de sus vecinos.

“La crecida afectó la profundidad de la quebrada y ahora se encuentra a nivel de mi patio”, enfatizó. Consideró como un riesgo que en cualquier momento se pueda desbordar y volver a afectar su casa.

Según comentó, hace más de un año le prometieron ayudarla a reparar la pared de su vivienda que colinda con el río, pero “al parecer nos han olvidado”.

Vecinos de El Castaño, Palmarito y otras zonas afectadas, como El Dique, reconocen la ayuda de las autoridades, sin embargo, algunos coinciden en que queda mucho por hacer en una zona devastada por la fuerza de la naturaleza.

LAS PROPUESTAS

Ricardo Maingon, vocero de El Castaño, informó que producto del estudio técnico científico que llevaron a cabo junto a expertos de la UCV, proponen soluciones estructurales y no estructurales para prevenir futuros desastres.

Entre las propuestas estructurales, mencionó la construcción de presas selectivas o de retención de sólidos, similares a las que existen en el estado La Guaira.

Como las no estructurales destacó la importancia de contar con un sistema de alerta temprana, basado en registros pluviométricos y mapas de riesgo.

Maingon indicó que este estudio se presentó a la alcaldía de Girardot y al Consejo Legislativo del estado Aragua, pero aún no han recibido respuesta. Pidió que se tomen en cuenta y se aceleren los trabajos en el sector.

 

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