La avena es considerada uno de los cereales más completos en materia nutricional, con una importante cantidad de propiedades que la convierten en gran aliada de la salud. Le aporta al organismo carbohidratos de absorción lenta, fibra, proteínas, vitaminas y minerales.
Es un alimento cuyas semillas son ricas en proteínas, vitamina E y otras del complejo B como tiamina, riboflavina y ácido fólico, además de minerales como zinc, calcio, hierro, fósforo, magnesio, grasas insaturadas o también conocidas como grasas buenas. Además, es una importante fuente de antioxidantes.
Independiente de cómo se consuma, es un producto que no debería faltar en la alimentación de todas las personas, debido a que gracias a todos sus compuestos le brinda diversos beneficios saludables al organismo. Por ejemplo, se dice que ayuda a controlar los niveles de colesterol en la sangre, los de azúcar y a regular la presión arterial.
Una de las formas de consumirla para aprovechar sus beneficios es preparando agua de avena. Se dice que los betaglucanos que contiene ayudan en el proceso de engrosamiento de los músculos del corazón, minimizando el riesgo de enfermedades cardíacas. La avena cruda también tiene propiedades antifúngicas y reduce el riesgo de padecer diabetes del tipo 2.
Un estudio publicado en la revista Nutrition Reviews, sugiere que consumir avena en agua una hora antes de ingerir alimentos ayudaría a reducir los niveles de glucosa en la sangre de manera significativa, debido a que evita que el cuerpo secrete mucha insulina en periodos cortos de tiempo.
Buena para controlar el colesterol
El portal de bienestar Salud 180 de México cita un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de ese país, el cual concluye que las hojuelas de avena tienen un efecto antihipercolesterolémica; es decir que tienen la capacidad de eliminar el colesterol de la sangre, limpiando la grasa que se acumula en las paredes de las arterias, evitando la formación de placas.
La evidencia también ha determinado que los aminoácidos de este cereal contribuyen a estimular la lecitina en el hígado, la cual favorece la expulsión de toxinas en el organismo, por lo que ingerir el agua de avena antes de desayunar ayuda a desintoxicar el cuerpo.
Un beneficio más del agua de avena es que ayuda a controlar la presión arterial, debido precisamente a que controla el colesterol, sustancia que tiene efectos en la presión sanguínea. Una publicación del diario El Confidencial, de España, cita una revisión de cinco ensayos de investigación que analizó el impacto de la avena en 400 adultos sanos.
En el estudio se encontró que la presión arterial fue más baja cuando los participantes comieron alrededor de 60 gramos de copos de avena cruda al día. Esta cantidad contiene alrededor de cuatro gramos de un tipo de fibra llamada betaglucano y, por cada gramo extra de fibra diaria total, se presentó una reducción adicional en la presión arterial diastólica, que mide cuando los ventrículos del corazón se relajan, de acuerdo con el instituto de investigación Mayo Clinic.
Otros beneficios
De acuerdo con la revista Mejor con Salud, en una publicación escrita por Yamila Papa Pintor, otros beneficios del agua de avena son los siguientes:
Ayuda a una buena evacuación intestinal, dado que mejora la flora y evita el estreñimiento.
Contribuye a bajar de peso, debido a que aporta saciedad y permite ir al baño regularmente.
Optimiza el rendimiento en el deporte, ya que es un complemento ideal para los atletas o los que hacen ejercicio. En este caso, algunos especialistas recomiendan beber un vaso de agua de avena una hora antes de entrenar.
Sirve de complemento al tratamiento para mejorar el control clínico del síndrome metabólico.
Estimula el sistema inmunitario. Esto se debe a que la avena “contiene prebióticos que mantienen una microbiota deseada y evitan el crecimiento de patógenos”.
Contribuye a la función cognitiva, al metabolismo energético y la formación normal de glóbulos rojos y hemoglobina, entre otros beneficios, por su aporte en hierro.
Disminuye el cansancio y la fatiga, gracias a que mejora el equilibrio electrolítico y el funcionamiento normal de los músculos, por ser una fuente de magnesio.
Contribuye a la fertilidad y el mantenimiento normal de la visión, por la incorporación del zinc.
Colabora con el funcionamiento del sistema nervioso y cuida los músculos, huesos y dientes debido al aporte en potasio y fósforo.
Tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Preparación
Para elaborar este alimento solo se requiere de un vaso de agua, una cucharada de hojuelas de avena y miel o azúcar orgánica y canela. Se coloca la avena en el agua y se deja reposar toda la noche y al día siguiente se pasa la mezcla por la licuadora y se agrega una pizca de canela en polvo y azúcar si la persona desea endulzarla. Si se quieren más porciones, solo incrementan las cantidades de los ingredientes para preparar una mayor cantidad. Lo ideal es consumirla todos los días en ayunas.
