El té verde se ha consolidado como una de las infusiones más beneficiosas para la salud cerebral. Desde Healthline destacan su capacidad para mejorar la memoria y aumentar la dopamina, dos aspectos clave para el bienestar cognitivo.
Su riqueza en antioxidantes y compuestos bioactivos lo convierte en un aliado natural para fortalecer las funciones del cerebro y prevenir el deterioro cognitivo.
La presencia de catequinas, un tipo de polifenol con propiedades neuroprotectoras, favorece la concentración y el rendimiento mental. Además, contiene L-teanina, un aminoácido que atraviesa la barrera hematoencefálica y estimula la producción de dopamina, mejorando el estado de ánimo y la agilidad mental.
Esta combinación potencia la actividad neuronal y ayuda a mantener el cerebro joven.
Beneficios del té verde para la memoria
El consumo habitual de té verde ha sido relacionado con la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer y el Párkinson.
Su acción antioxidante combate el estrés oxidativo, un factor clave en el envejecimiento celular, explica un estudio. Además, la cafeína en dosis moderadas contribuye a mejorar el tiempo de reacción y la capacidad de atención sin generar los efectos negativos del café.
Expertos en salud recomiendan ingerir entre dos y tres tazas al día para aprovechar sus beneficios sin alterar el equilibrio del organismo. Prepararlo a la temperatura adecuada y respetar el tiempo de infusión son aspectos esenciales para conservar sus propiedades.
Sin embargo, su consumo debe ser moderado en personas con hipertensión, problemas de ansiedad o trastornos digestivos, ya que su contenido en cafeína y taninos puede generar efectos adversos.
Cómo preparar el té verde para disfrutar de su sabor y beneficios
Para aprovechar al máximo las propiedades del té verde y disfrutar de su sabor sin que resulte amargo, es fundamental prepararlo correctamente.
Uno de los aspectos más importantes es la temperatura del agua: debe estar entre 70 y 80 °C, ya que si se hierve, los compuestos beneficiosos pueden degradarse y el sabor se tornará más áspero. El tiempo de infusión también es clave.
Se recomienda dejar las hojas o la bolsita en el agua entre 1 y 3 minutos. Un tiempo excesivo libera taninos en mayor cantidad, lo que aumenta la sensación de amargor. Para evitarlo, se puede retirar la infusión antes de los 3 minutos o utilizar agua ligeramente más fría.
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