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lunes 9, septiembre 2024

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Niños de padres alérgicos tienen entre 30% y 80% de probabilidades de padecerlas*

|| Especial

*** Los especialistas exhortan a poner atención en los casos asmáticos que pueden llegar a complicarse***

Las alergias interfieren con la calidad de vida de los pacientes y pueden producir nuevos padecimientos y sensibilizaciones con el tiempo, por eso es necesario detectarlas a tiempo y acudir a control médico para evitar que progresen.

Joselit Torres Bermúdez, alergólogo, explicó que, por ejemplo, un paciente que inicialmente presente rinitis o un eczema puede padecer eventualmente de asma o urticaria, así como generar reacciones adversas a medicamentos y alimentos.

Para evitar complicaciones futuras, los expertos advierten que es necesario acudir a consulta para detectar alergias, si se presentan signos como: síntomas respiratorios recurrentes, mocos persistentes, acuosos o cristalinos, que generen ronquidos y la necesidad constante de sonarse la nariz e inhalar, apnea, episodios gripales frecuentes, tos y urticaria.

Asimismo, deberían acudir a evaluación los pacientes con antecedentes familiares de afecciones alérgicas, ya que se debe tener predisposición genética para sufrirlas. De manera que “cuando uno de los padres las padece, los hijos enfrentan un riesgo de 30% de desarrollarlas, pero si ambos las presentan, la posibilidad se eleva entre 70% y 80%”, de acuerdo con el doctor.

Con la finalidad de asegurar el bienestar de los pacientes con estas patologías, se sugiere someterse a estudios de la piel que identifiquen aquellos elementos que pueden ocasionar diversas reacciones en las personas.

Además de los exámenes cutáneos, el paciente puede realizarse distintas evaluaciones de laboratorio enfocados en los siguientes aspectos:

  • Inmunoglobulina E (IgE) total, la cual mide el nivel completo de anticuerpos IgE en la sangre, que puede estar elevado en personas con alergias.
  • Inmunoglobulina E (IgE) específica, que detecta cuántas defensas de este tipo se producen en respuesta a una sola clase de alérgeno como polen, ácaros del polvo, alimentos, entre otros.
  • Componentes alergénicos, que identifican las proteínas concretas dentro de los agentes causantes de las afecciones.

LA CONTAMINACIÓN COMO AGRAVANTE

Las temperaturas aumentan cada vez más, las emisiones de gases de efecto invernadero y el nivel medio del mar a escala mundial es cada vez mayor. Asimismo, las sequías, las tormentas y el resto de fenómenos atmosféricos alcanzan niveles históricos.

Ante este panorama, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) habla del cambio climático como una emergencia global. Si la situación no mejora, el aumento de la temperatura podría llegar a los 4,8 °C al final del siglo XXI, según recoge la organización Greenpeace. Si esto ocurriese, las consecuencias serían devastadoras. El futuro del planeta está en juego y la salud de las personas también.

Los efectos de este fenómeno suponen una amenaza directa contra la vida humana. Estela Menéndez, alergóloga del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, en España, explicó la forma en la que esto se ha hecho evidente en su especialidad médica.

“La prevalencia de las alergias va en aumento sin ningún tipo de dudas. De hecho, se cree que en los próximos años 50% de la población va a presentar algún tipo de enfermedad alérgica”, asegura.

Los síntomas de esta patología son muchos y su gravedad es también muy diversa. Por este motivo, la experta insistió en prestarles una atención especial.

“La reacción anafiláctica, que es la máxima expresión de una reacción alérgica, en los peores casos puede provocar la muerte de una persona”.

Agregó que las alergias tienen un componente hereditario. Sin embargo, en lo que a respiratorias y estacionales refiere, los factores contextuales como la contaminación o el cambio climático juegan un papel importante en su desarrollo.

“Ahora mismo las condiciones ambientales van cambiando mucho. Ha habido un aumento de la temperatura y de los niveles de CO₂”, explicó.

La alergóloga también puso el foco sobre el cambio en las precipitaciones, así como en el hecho de que ahora crezcan determinados tipos de plantas en lugares en los que antes era impensable.

”Los cambios en la polinización y en crecimiento de la vegetación influyen en el desarrollo de alergias”, aseguró.

Explicó que en general, lo que se ha visto es que se está alargando el período de polinización. “Este no sólo empieza antes, sino que también se prolonga más tiempo”, sentenció.

Por tanto, el tiempo de exposición aumenta. De igual forma, al haber habido un cambio en la localización de las plantas, también se han multiplicado los lugares en los que la ciudadanía es más propensa a desarrollar algún tipo de alergias estacional.

En este sentido, durante las épocas de polinización, la salud de los alérgicos se resiente. “Hay más reagudizaciones asmáticas. Del mismo modo que si hay un catarro o una infección, esta también se agrava”, comentó Menéndez.

La alergóloga enfatizó en la importancia de prestar atención a las patologías respiratorias. “El asma actualmente está muchísimo más controlada y hay un mayor seguimiento”.

No obstante, advirtió que, a pesar de que la mortalidad no es equiparable a la de otras enfermedades, continúa siendo una patología que “deteriora gravemente la salud” de las personas. “Puede llegar a haber mortalidad por reagudizaciones asmáticas”, asegura. Por tanto, “es importante controlarla para tener un tratamiento adecuado y que, de esta forma, la salud no pague un precio más caro a largo plazo”.

Fotos Cortesía

 

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