Este incremento en los costos de producción fue revelado por la Confederación Venezolana de Industriales en su más reciente Encuesta de Coyuntura Industrial.
El presidente del gremio, Luigi Pisella, señaló que las sanciones representan «un gran peso» para la economía nacional. Además, aseguró que las medidas impuestas no cumplieron su objetivo y solo perjudicaron al país.
El 24% de los industriales afirmó que las sanciones provocan una reducción en la demanda. Asimismo, el 23% reportó dificultades para acceder a insumos y materias primas.
Otros impactos incluyen la reducción del acceso a financiamiento o inversión, según el 20% de los encuestados. El 6% señaló que hay trabas para importar maquinaria y equipos.
Conindustria advierte que este entorno complejo limita el crecimiento del sector productivo venezolano. Pisella insistió en la necesidad de levantar estas restricciones, especialmente las que pesan sobre la industria petrolera.
Sin embargo, el contexto político ha complicado este escenario. En marzo, el expresidente Donald Trump anuló la licencia que permitía a Chevron operar en Venezuela.
Aunque inicialmente su salida se fijó para el 3 de abril, fue postergada al 27 de mayo. A esto se suma la imposición de aranceles del 25% a compradores de crudo venezolano.
Además, Estados Unidos revocó licencias a empresas como Global Oil Terminals, Eni, Maurel & Prom y Reliance Industries.
Con este panorama, el sector industrial insiste en que las sanciones no solo no cumplieron su propósito, sino que profundizaron la crisis económica.
Con información de El Público TV