|| Rodolfo Gamarra
* La historia del rapero resuena como un ejemplo de talento, pasión y una tragedia que conmovió al mundo del rap dentro y fuera de Venezuela
Ayer se cumplieron 10 años de la trágica muerte del ícono de la música Rap en Venezuela, Tirone José González Orama, conocido como Canserbero. Luego de una década, gracias a la presión ejercida por los familiares, se logró reabrir un caso que se encontraba lleno de inconsistencias sobre lo ocurrido ese fatídico día en el apartamento de los Améstica.
En el Cementerio Metropolitano de Maracay, familiares y amigos cercanos instalaron una pequeña tarima y varios toldos, donde se reunieron para conmemorar la desaparición física de un joven artista, al que le fue segada la vida, al quedar en medio de una trama de “envidia y codicia”, según las propias autoridades que llevaron el caso.
Durante la conmemoración de su muerte, cientos de personas se acercaron al cementerio y ofrecieron flores y palabras de aliento a su padre, José Rafael González Ollarves.
En el lugar se realizó un acto sencillo, pero emotivo, en el que un pastor cristiano ofreció palabras a los presentes.
Algunos de sus familiares, entre ellos su prima Siquiu González, recordó la extraordinaria trayectoria de Tirone José.
Destacó que los familiares se reunieron desde la mañana en un compartir que se extendió hasta horas de la tarde.
La justicia, aunque tardía, llegó para los culpables, y ofreció algo de consuelo a la familia y fanáticos del rapero.
Talento innato
Tirone González nació en Caracas el 11 de marzo de 1988. Su carrera comenzó con el grupo Códigos de Barrio, con el que grabó tres canciones en un estudio casero llamado El Techo.
El artista, también conocido como el “Niño Terrible” del rap venezolano, saltó a la fama con sus letras profundas y críticas.
Su música exploró temas como la vida, la muerte y la injusticia, que reflejaba sus propias tragedias.
La muerte de su madre, cuando tenía nueve años, y el asesinato de su medio hermano mayor en el año 2000, marcaron su vida y su obra.
Días confusos
La muerte de Canserbero, ocurrida el 19 de enero de 2015, conmocionó a la comunidad musical latinoamericana.
En un inicio, las autoridades catalogaron el suceso como un homicidio-suicidio, donde se alegó que el rapero se había lanzado desde el balcón de un décimo piso tras asesinar a su amigo, el también músico Carlos Molnar.
Sin embargo, al reabrir el caso se reveló una verdad diferente. Natalia Améstica, exmanager de Canserbero y pareja de Molnar, confesó haber drogado con benzodiacepinas a ambos músicos.
Luego, junto a su hermano Guillermo, los apuñaló y modificó la escena del crimen para simular el homicidio-suicidio.
Los hermanos Améstica fueron condenados a 25 años de prisión como autores materiales de la muerte de Canserbero y Molnar.
Las investigaciones revelaron que el móvil del doble asesinato fue un reclamo por un pago de una gira que el cantante realizó en 2014 por Argentina y Chile, que los Améstica aseguraban haber financiado.
Tras la confesión de Natalia, el fiscal general, Tarek William Saab, anunció la condena de cinco personas más por su complicidad en el caso.
La resolución del caso Canserbero expuso una trama de engaño y violencia, donde la ambición llevó a la pérdida de un talento musical.
A pesar de su trágico final, su música sigue viva e influye en nuevas generaciones de artistas.
EL DATO
Canserbero fue un referente del rap en español, la revista Rolling Stone lo consideró el mejor rapero en español, por encima de figuras como Residente de Calle 13 y Kase.O. Sus álbumes Vida (2010), Muerte (2012), y Apa y Can (2013), junto a Apache, marcaron una época en el género.
