En el marco del principal congreso mundial de oncología, la farmacéutica AstraZeneca reveló este domingo avances significativos en el tratamiento temprano del cáncer de mama y gástrico, subrayando una estrategia que apunta a anticiparse a la resistencia a los tratamientos y abandonar los enfoques universales.
Durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), que se celebra en Chicago hasta el 3 de junio, la firma británica presentó los ensayos Serena-6 y Matterhorn, ambos en fase III, con resultados que podrían redefinir la forma de tratar ciertos tipos de tumores.
“Nos estamos alejando de la era de la solución única. Ahora buscamos intervenir antes de que la resistencia se instale”, declaró Dave Fredrickson, vicepresidente ejecutivo de AstraZeneca, en rueda de prensa.
El ensayo Serena-6 evaluó el uso temprano de Camizestrant, un tratamiento para pacientes con cáncer de mama con receptores hormonales positivos (HR+), antes de que el tumor muestre progresión clínica. El estudio se distingue por ser el primero en su tipo en emplear pruebas de ADN tumoral circulante (ctADN) a gran escala como guía para ajustar el tratamiento.
Este abordaje permitió reducir en un 56 % el riesgo de progresión o muerte, con una mediana de control de la enfermedad de 16 meses, frente a los 9,2 meses del grupo de control.
En el caso del cáncer gástrico, el ensayo Matterhorn combinó el uso del fármaco Imfinzi (durvalumab) tanto antes como después de la cirugía. El tratamiento logró reducir en un 29 % el riesgo de recaída, sin retrasar ni la operación ni las terapias de seguimiento.
AstraZeneca destacó que estos resultados podrían convertir al fármaco en una nueva opción terapéutica estándar para un tipo de cáncer que suele detectarse en fases avanzadas.