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martes 26, agosto 2025
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OMS calcula 8 millones de fallecidos al año por consumo de tabaco

Se estima que este mal hábito está relacionado con 30% de los cánceres a escala mundial

Reportaje Especial

En 1987, la Organización Mundial de la Salud (OMS) instituyó el 31 de mayo como el Día Mundial sin Tabaco, para concienciar sobre los peligros de consumirlo en cualquier forma y promover políticas eficaces para reducir su uso.

Cada año, la OMS elige un tema específico para la campaña. En 2025, el lema es “Desenmascaremos su atractivo”, enfocado en los peligros de los nuevos dispositivos de consumo de tabaco y su impacto en la salud, especialmente en jóvenes.

Al respecto, Alejandro Cortez, neumonólogo, subrayó los graves daños a corto, y largo plazo del tabaquismo en los pulmones, que van desde procesos inflamatorios e infecciosos diversos hasta enfermedades crónicas como la EPOC y el cáncer de pulmón.

Por ello, resaltó la importancia de buscar ayuda profesional para dejar de fumar y recuperar la calidad de vida.

El especialista enfatizó que tanto el cigarrillo tradicional como el electrónico son perjudiciales, afectando desde el punto de vista funcional la capacidad pulmonar y el rendimiento físico.

«Cualquier sustancia química, vapor, aerosol o partícula nociva que penetre la vía aérea es considerada potencialmente dañina”, afirmó el doctor Cortez. Aunque los mecanismos de daño puedan variar, ambos productos generan procesos inflamatorios, muchos de ellos irreversibles, además de daño en la mucosa bronquial. La intensidad, cantidad y tiempo de exposición a estas sustancias químicas son los factores clave que determinan la gravedad del daño pulmonar.

ENFERMEDADES RELACIONADAS

Según el neumonólogo, a corto plazo “el cigarrillo afecta la mucosa, la inmunidad y las células pulmonares, lo que se traduce en reducción de las defensas naturales del pulmón, facilitando la colonización de bacterias».

Explicó que esto incrementa significativamente el riesgo de la bronquitis, y otras infecciones respiratorias, incluyendo la rinosinusitis, neumonía bacteriana y, en algunas circunstancias, la tuberculosis, así como infecciones por hongos, entre otras. Además, continuó, en pacientes con enfermedades previas como el asma, el consumo de cigarrillos, ya sea de forma activa o como fumador pasivo, agudiza sus cuadros inflamatorios.

A largo plazo, los efectos del tabaquismo son aún más destructivos. El doctor Cortez explicó que el cigarrillo produce fibrosis y genera cambios a nivel del tejido pulmonar y bronquial que pueden desencadenar en cánceres como el de pulmón, bronquial, además de estar relacionado con otros tipos oncológicos como el de vejiga, laringe, boca, esófago e hígado, así como con la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que es un daño irreversible de las vías aéreas, producto de la inflamación crónica generada principalmente por el tabaco, que obstruye el flujo de aire y reduce la capacidad pulmonar.

«Esto, lleva a un mayor consumo de oxígeno, disminuyendo excesivamente el rendimiento físico de la persona». Resaltó que los primeros síntomas de daño pulmonar por el consumo de tabaco suelen ser sutiles y pueden pasar desapercibidos inicialmente.

“No es hasta que la capacidad pulmonar se ve significativamente reducida o el daño estructural es evidente que aparecen síntomas notorios”, especifica el especialista.

Especificó entre los más frecuentes la tos (la conocida “tos del fumador”), expectoración mucosa o mucopurulenta, dificultad respiratoria (disnea). En casos avanzados, cianosis y dolor torácico. «Estos síntomas iniciales pueden solaparse o confundirse con otras afecciones, por lo que es vital la consulta médica ante cualquier señal».

¿CÓMO DEJAR DE FUMAR? 

El doctor Cortez afirmó que, “dejar consumir cigarrillos puede ayudar a recuperar, en parte, la función pulmonar y mejorar el estado general del paciente, ya que el tabaquismo afecta múltiples órganos”.

En los pulmones, la desinflamación de las vías aéreas mejora la capacidad inhalatoria y el flujo de aire. Sin embargo, en casos de inflamación sostenida y daños estructurales severos, como en el EPOC, la presencia de reversibilidad en las pruebas de función pulmonar suele ser poca o nula.

“La espirometría forma parte del arsenal diagnóstico del neumonólogo, que permite evaluar la capacidad pulmonar que puede recuperar o mantener un paciente al dejar de fumar”, explicó el doctor Cortez.

 

 

 

 

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