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martes 26, agosto 2025
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Una de cada seis personas en el mundo padece de infertilidad

|| José R Carpio G

Especialistas resaltan que hay diversos factores que impiden que una pareja logre convertirse en padres naturales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado la infertilidad como un fenómeno que afecta a una de cada seis personas en el mundo, lo que implica que millones de individuos en edad reproductiva enfrentan dificultades para concebir.

Esta realidad no solo tiene repercusiones personales y emocionales, sino que también representa un desafío significativo para la salud pública, al resaltarse la necesidad de comprender sus causas y buscar soluciones efectivas.

Según las cifras de 2021, alrededor de 55 millones de hombres y 110 millones de mujeres viven con infertilidad a escala mundial. Esto se traduce en tasas estimadas de 1.820,6 casos por cada 100.000 hombres y 3.713,2 por cada 100.000 mujeres.

Estas estadísticas son preocupantes y reflejan una creciente necesidad de atención médica y recursos para parejas que desean concebir. La OMS también ha indicado que aproximadamente 48 millones de parejas y 186 millones de personas enfrentan este obstáculo, lo que destaca la magnitud del problema en términos de salud pública a escala global.

La infertilidad puede ser definida como la incapacidad de lograr un embarazo después de un año de relaciones sexuales sin protección, o el hecho de no poder llevar a término un embarazo. Cuando se observan tasas de infertilidad, es importante considerar varios factores que pueden contribuir a esta condición.

Entre los más comunes se encuentran problemas de salud reproductiva, trastornos hormonales, enfermedades de transmisión sexual, así como factores relacionados con el estilo de vida como la obesidad, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.

Estudios recientes sugieren que el 12% al 15% de las parejas experimentan dificultades para concebir después de un año de intentarlo, y tras dos años, el 10% de ellas sigue sin poder lograr tener un bebé vivo. Este dato enfatiza la importancia de la intervención temprana y el tratamiento adecuado en las parejas que enfrentan estos problemas.

SEÑALES QUE NO SE PUEDEN OBVIAR

Juliene Guevara, ginecobstetra, explicó a El Periodiquito que hay elementos que impiden la gestación en la pareja, que aplica no solo en la mujer, sino también en el hombre que pueda presentar por ejemplo varicoceles, hidroceles u otras causas de peso.

“Es importante resaltar que todo paciente con edad reproductiva que tenga más de un año manteniendo relaciones sin protección debe acudir a consultas especializadas de fertilidad, para investigar donde pudiera estar el problema”.

La experta resaltó la necesidad de realizar un estudio multidisciplinario del paciente de cada caso que va desde laboratorio, examen físico y de obstetricia y evaluaciones con el endocrinólogo, para optimizar el beneficio de los pacientes.

“En cada caso se puede diagnosticar las causas por las que está pasando la pareja o una de ellas, entre las posibles razones por la que la mujer no ha podido entrar en el proceso de gestación, es por las enfermedades tales como la diabetes, la práctica del ciclismo o la ingesta de bebidas estimulantes”.

EL TABÚ Y LA PRESIÓN SOCIAL  

Licenciada Alicia Macero y la Dra Juliane Guevara “Siempre hay una luz al final del túnel”
Licenciada Alicia Macero y la Dra Juliane Guevara “Siempre hay una luz al final del túnel”

Alicia Macero, analista clínica, comentó que muchas parejas se sienten aludidas porque no lo enfocan hacia un objetivo común, “evitando el proceso para iniciar un tratamiento adecuado, que los enfoque hacia el propósito”.

“Algunas personas no acuden a la ayuda profesional, porque por ejemplo se les pide una muestra, y se retraen porque saben cómo van hacer y les da pena, eso se debe trabajar para mejorar ese toque emocional”.

Otra de las incidencias es el entorno familiar, social, por esa presión de “y ustedes para cuándo”, lo que según la especialista bloquea “significativamente” al ambiente de pareja y evade el contacto con los especialistas.

“Hay que cambiar ese estigma, llevarse como un objetivo final que puede ser logrado, tener la tranquilidad de que se puede conseguir un embarazo, siempre hay una posibilidad, una luz al final del túnel”. 

En este sentido, la doctora Juliene Guevara insistió en que hay que tomar una serie de recomendaciones para que la pareja pueda gozar de la “maravilla de ser padres”, como:

  • Llevar una dieta sana y equilibrada.
  • Perder el miedo a los procesos en las consultas.
  • Que no se normalice el hecho de no tener embarazos, no mantener una conducta evasiva.
  • Tomar omega 3, ácido fólico, vitamina B3, para aumentar la posibilidad de ovular. 
  • Realizar ejercicios físicos.
  • Evitar la obesidad.    

De igual manera, las especialistas hicieron un llamado a las parejas jóvenes a no desesperanzarse por no poder procrear, ya que hay avances tecnológicos y estudios especializados para lograr la concepción de una manera óptima, inclusive cuando la mujer pueda estar esterilizada.

 

EN BUSQUEDA DE ALTERNATIVAS

Desde una perspectiva médica, la infertilidad puede ser clasificada en dos categorías: la infertilidad primaria, que se refiere a aquellas parejas que nunca han logrado concebir, y la infertilidad secundaria, que se refiere a aquellas que han concebido anteriormente pero que actualmente tienen dificultades para lograrlo nuevamente. Ambas formas de infertilidad presentan desafíos únicos y requieren diferentes enfoques en su diagnóstico y tratamiento.

Los tratamientos disponibles para la infertilidad varían desde opciones menos invasivas, como la medicación para estimular la ovulación, hasta técnicas más avanzadas como la fertilización in vitro (FIV) y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).

La elección del tratamiento depende de diversos factores, incluidos la causa subyacente de la infertilidad, la edad de los pacientes y su situación financiera, ya que los tratamientos pueden llegar a ser costosos y no siempre están cubiertos por los seguros de salud.

Además de las intervenciones médicas, es fundamental considerar el aspecto emocional y psicológico de la infertilidad. La lucha por concebir puede ser una experiencia desgastante que genera ansiedad, angustia y depresión en muchos individuos y parejas. Por lo tanto, el apoyo psicológico y emocional se vuelve esencial, ayudando a las personas a enfrentar los altibajos que conlleva el proceso de búsqueda de un hijo.

 

 

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