La entrada de Estados Unidos en el conflicto entre Israel e Irán ha generado un efecto dominó en la aviación global. Tras los bombardeos de EE. UU. contra instalaciones nucleares iraníes, Irán lanzó un ataque con misiles contra una base estadounidense en Qatar. El emirato respondió cerrando su espacio aéreo.
Horas antes, tanto Washington como Londres recomendaron a sus ciudadanos en Qatar buscar refugio inmediato. La tensión en la región se intensificó desde que Israel inició su ofensiva el 13 de junio, y los ataques entre ambos países continúan.
Suspensiones y desvíos masivos de vuelos
Qatar Airways anunció la suspensión de todos sus vuelos debido al cierre de su espacio aéreo. Emirates y Etihad cancelaron rutas hacia Irán, Irak, Tel Aviv y varias ciudades del Golfo, como Dammam, Mascate y Doha. Algunas rutas fueron desviadas lejos de zonas de conflicto.
Air India canceló todos sus vuelos hacia Medio Oriente, América del Norte y Europa “hasta nuevo aviso”. British Airways y Singapore Airlines también suspendieron vuelos hacia y desde Doha y Dubái.
Aeropuertos saturados y miles de afectados
El aeropuerto internacional de Dubái lideró las cancelaciones, con 26 vuelos interrumpidos. Air India reportó 25 cancelaciones globales. Philippine Airlines, Japan Airlines y otras aerolíneas asiáticas también cancelaron vuelos hacia Medio Oriente.
Aeropuertos clave como Hamad y Dubái enfrentan retrasos y operativos especiales para asistir a pasajeros varados. Las aerolíneas advierten que los efectos persistirán incluso tras la reapertura de los cielos.
Expertos advierten sobre riesgos mayores
Especialistas en seguridad aérea, como Hassan Shahidi, subrayan que estos cierres buscan evitar tragedias como la del vuelo MH17. “No queremos repetir esa historia”, señaló, recordando el avión derribado en Ucrania en 2014.
Las cancelaciones dificultan evacuaciones civiles y podrían prolongarse si el conflicto escala. La seguridad aérea vuelve a estar en el centro del debate global.