Según Guyana, la revisión técnica y legal del plan de devolución se llevó a cabo en conjunto con la Comisión de Geología y Minas de Guyana (GGMC). El ministerio aclaró que las áreas con descubrimientos de crudo, ya sean comerciales o en evaluación, fueron excluidas del proceso, tal como permite la normativa.
Asimismo, informó que desde 2015, el bloque Stabroek ha albergado más de 30 hallazgos, varios de ellos en fase de análisis para determinar su viabilidad económica. La zona cedida se encuentra en aguas que Venezuela reclama como parte del disputado territorio del Esequibo.
El gobierno destacó que ExxonMobil cumplió con los requisitos al presentar «actualizaciones técnicas» sobre las zonas de interés, incluyendo la delimitación de yacimientos no comerciales, que sí deben ser reintegradas al Estado.
Las autoridades aseguraron que supervisarán que las operaciones del consorcio sigan «los estándares internacionales» y el acuerdo original del bloque.
La devolución ocurre en un contexto de máxima tensión bilateral. Venezuela mantiene su reclamo histórico sobre el Esequibo, un territorio rico no solo en petróleo sino también en diamantes, bauxita y oro.
En el plano diplomático, Venezuela insiste en que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único marco válido para resolver la controversia, rechazando continuamente la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia donde Guyana presentó el caso en 2018.
La tensión se mantiene en niveles críticos, con buques de ExxonMobil operando bajo protección militar guyanesa en aguas que Venezuela ha jurado defender «por todos los medios», según declaraciones recientes de sus autoridades.
En marzo, el gobierno de Maduro denunció un supuesto plan de «falsa bandera» de ExxonMobil para justificar una «agresión». Venezuela insiste en que toda concesión en aguas no delimitadas es «ilegal».
Recientemente, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, señaló que «Venezuela sigue amenazando la integridad territorial». Asimismo, reveló que intensificó las alertas a aliados internacionales, incluyendo a Estados Unidos.
Las tensiones escalaron tras las elecciones venezolanas del 25 de mayo, donde se eligió un gobernador para el Esequibo.