Posterior a intenso ataque ruso
Agencia AP
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski afirmó ayer que, durante una llamada con su homólogo estadounidense Donald Trump, acordaron «reforzar» las defensas aéreas de Ucrania, tras el mayor bombardeo ruso contra la exrepública soviética desde el comienzo de la guerra en 2022.
Por su parte, Rusia demostró que «no es posible» alcanzar sus objetivos en Ucrania por la vía diplomática, implicando la continuación de los combates y ataques contra un adversario en dificultades en el frente.
Al término de su conversación con Trump, que trató especialmente sobre las «posibilidades de defensa aérea», Zelenski anunció que los dos dirigentes habían acordado «trabajar juntos para reforzar la protección» del cielo ucraniano.
Vladimir Putin reiteró a Trump que Rusia «no renunciará a sus objetivos» en Ucrania. En este momento «no es posible», por lo que proseguirá «la operación militar especial», afirmó el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En paralelo, el ejército ruso siguió bombardeando Ucrania. Durante la noche, lanzó 550 misiles, incluidos 539 drones, contra Kiev, según las fuerzas aéreas ucranianas.
«Fue una noche brutal», lamentó Zelenski, y los servicios de emergencia informaron de al menos un muerto y 26 heridos, entre ellos un niño.