Rescatistas peinaban el sábado riberas inundadas llenas de árboles destrozados y volteaban piedras en la búsqueda de más de dos docenas de menores de un campamento de niñas y muchas otras personas desaparecidas, luego de que un muro de agua descendiera por un río en la región montañosa de Hill Country en Texas.
La tormenta dejó al menos 37 muertos en todo el estado, entre ellos, 14 menores.
Unas 36 horas después de las inundaciones, las autoridades aún no han dado un número de cuántas personas en total siguen desaparecidas más allá de las 27 niñas del Campamento Mystic, un campamento cristiano de verano junto al río en el condado de Kerr, donde se recuperaron la mayoría de los cuerpos.
Las destructivas aguas subieron 8 metros (26 pies) en apenas 45 minutos el viernes en el río Guadalupe antes del amanecer, arrasando casas y vehículos. El peligro no había terminado, ya que el sábado, lluvias torrenciales continuaban azotando comunidades fuera de San Antonio y las advertencias y avisos de inundaciones repentinas seguían vigentes.
Los socorristas utilizaron helicópteros, botes y drones para buscar víctimas y rescatar a personas varadas en árboles y en campamentos aislados debido a que algunas carreteras sufrieron daños.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, prometió que las autoridades serán implacables en el rescate y recuperación de víctimas. “Los encontraremos a todos”, dijo.