El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) informó que la onda tropical número 22, se desplaza actualmente por el Océano Atlántico por lo que espera que transite por el país entre 3 y 4 de agosto.
Mientras que la vaguada número 23, se desplaza en estos momentos por las islas de Cabo Verde. El instituto prevé su llegada a la Guayana Esequiba entre el 4 y 5 de agosto.
En su informe más reciente este miércoles 30 de julio, alertó sobre la persistencia de nubosidad fragmentada en la mayor parte del territorio nacional, así como la presencia de lluvias y chubascos acompañados de descargas eléctricas en varias regiones del país.
Según el informe las precipitaciones se están concentrando principalmente en las zonas del norte de la Guayana Esequiba, el estado Bolívar, norte de Amazonas, este de Apure, Barinas y Guárico, donde se aprecia una actividad convectiva. La situación se está disipando lentamente en los Andes y Zulia, donde se espera una mejora en las condiciones del tiempo.
Por su parte, el meteorólogo Luis Vargas, amplió la información a través de sus redes sociales, destacando que el fenómeno climático más relevante es la presencia de polvo sahariano que afecta de manera significativa al nororiente y la franja norte del país.
Además del polvo sahariano y las lluvias, el Inameh informó sobre la presencia de varias ondas tropicales en el Atlántico-Caribe que están afectando directamente el clima de Venezuela. Entre ellas destaca la onda tropical número 20, que ya está llegando a Centroamérica, así como una onda tropical saliendo del occidente de Venezuela, que todavía lucha contra el polvo sahariano que limita su actividad nubosa.
Por otro lado, el meteorólogo Vargas indicó que otra onda tropical, ubicada en el Atlántico central, llegará a oriente de Venezuela este viernes, seguida de la onda tropical número 23 que se encuentra al oeste de Cabo Verde y estará incidiendo sobre el país durante el fin de semana.
Con este panorama, el Inameh recomienda tomar precauciones por posibles precipitaciones y tormentas eléctricas en las zonas afectadas, así como estar alerta ante los efectos del polvo sahariano, especialmente en el noreste del país.