Según el rotativo oficial chino Global Times, las maniobras de este sábado incluyeron “ejercicios conjuntos en el mar y el aire, realistas y orientados a combate” en zonas del norte, el suroeste y el este de Taiwán, “centrándose en un ataque a tierra y asalto marítimo bajo apoyo sistémico”.
En respuesta, Taipéi emitió alertas y desplegó patrullas aéreas y navales, activando asimismo sus sistemas de misiles terrestres, al igual que hizo durante la jornada de ayer ante la “fuerte provocación” del cruce de la línea media del Estrecho por parte de varios buques y aviones chinos.
Según las cifras del Ministerio, hasta 49 aeronaves rebasaron este viernes la citada línea imaginaria, que funciona como una frontera no oficial pero tácitamente respetada por China y Taiwán durante las últimas décadas.
DRONES, SIMULACROS MÉDICOS Y PATRULLAS DE VIGILANCIA
En otro comunicado aparte, la cartera castrense taiwanesa aseguró haber detectado este viernes hasta siete incursiones de drones chinos sobre las islas Kinmen, controladas por Taipéi a pesar de estar situadas a apenas 5 kilómetros de la ciudad suroriental china de Xiamen.
Asimismo, en las islas Matsu y Dongyin, cercanas también a las costas chinas, las fuerzas taiwanesas lanzaron bengalas de advertencia para disuadir a varios drones y otros aparatos voladores no identificados.
UN “BLOQUEO IRRESPONSABLE”, SEGÚN TAIWÁN
Pese a que en los últimos años China ha efectuado otros simulacros en el Estrecho de Taiwán, los de esta semana son diferentes porque “cubren un área más grande, involucran más elementos militares y se espera que sean altamente efectivos”, informaron expertos chinos en materia de defensa citados por medios locales.
Taiwán ha descrito la presencia militar china en las citadas áreas como un «bloqueo», y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, calificó la «deliberadamente elevada amenaza militar» de China de “irresponsable”.
China, que calificó la visita de Pelosi -según CNA, la de un funcionario estadounidense de mayor rango en 25 años- de “farsa” y “traición deplorable”, reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
EFE