|| Rodolfo Gamarra
*** En Venezuela, 60% de los niños recibe la primera dosis al año de vida y el 40% completa la segunda dosis entre los 18 y 24 meses***
En un contexto global donde el sarampión ha comenzado a resurgir con fuerza, Venezuela enfrenta un desafío particular debido a sus bajas tasas de vacunación y la falta de información epidemiológica oficial, según los expertos. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta el 28 de febrero de año, en la que señalaron un aumento significativo de casos en el continente americano.
Según Alejandro Crespo, pediatra y miembro de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, «para los primeros dos meses del año ya llevamos cuatro veces más casos de sarampión en todo nuestro continente respecto al año pasado».
Según Crespo, esta situación exige atención inmediata, en especial en un país como Venezuela, “donde las coberturas de vacunación están entre las más bajas de la región”.
Con el sarampión, una de las enfermedades más contagiosas del mundo, una persona infectada puede trasmitir el virus a 14 o 19 individuos no vacunados. El especialista refirió que 90% de quienes no están vacunados y entran en contacto con el virus desarrollarán la enfermedad.
Los síntomas incluyen fiebre alta, erupciones cutáneas que van de la cabeza a los pies, conjuntivitis, secreción nasal y tos.
En casos graves, puede derivar en complicaciones como encefalitis, neumonía y deshidratación, “que suelen ser fatales”, especialmente en niños menores de cinco años.
pesar de que la mayoría de los individuos afectados no experimentan complicaciones severas, la elevada capacidad de contagio del virus incrementa la probabilidad de brotes masivos.
«La mejor forma de prevenir es a través de la vacunación», resaltó Crespo. No obstante, indicó que en Venezuela, únicamente 60% de los niños recibe la primera dosis antes de cumplir un año, y apenas 40% logra completar la segunda dosis entre los 18 y 24 meses, “cifras que se sitúan muy por debajo del 85% – 95% recomendado por la Organización Panamericana de la Salud”.
LA VACUNACIÓN EN VENEZUELA
a pandemia del COVID-19 exacerbó la caída en las tasas de inmunización a escala global, y Venezuela no fue la excepción. «El temor a acudir a los centros de salud y la falta de campañas efectivas han dejado al país con la menor cobertura de vacunación del continente», afirmó el Dr. Crespo.
Esta situación se agrava por la falta de datos oficiales. Venezuela no publica un boletín epidemiológico desde 2016, lo que dificulta la toma de decisiones informadas.
El representante de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría mencionó que a pesar de que el país recibió recertificación como libre de sarampión a finales de 2023, la experiencia pasada muestra que esto no garantiza inmunidad futura.
El Dr. Crespo hizo un llamado “urgente” a las autoridades venezolanas para mejorar las coberturas de vacunación y restablecer la publicación regular del boletín epidemiológico.
También recomendó a los padres verificar el estatus de vacunación de sus hijos y completar el esquema de inmunización. «El Estado debe informar a la población sobre las medidas que se toman, en especial con relación con los viajeros», señaló.
La proximidad de Aragua a aeropuertos como el de Valencia y el de Maiquetía aumenta el riesgo de casos importados, con el posible retorno de venezolanos desde Estados Unidos.
Aunque no hay información oficial sobre medidas de vacunación en aeropuertos, Crespo sugirió implementar estrategias similares a las de otros países, donde se ofrece la vacuna al ingreso.
ACCIÓN COLECTIVA
El aumento global de casos de sarampión y la vulnerabilidad de Venezuela debido a sus bajas tasas de vacunación representan un desafío urgente. La falta de información oficial y la desconfianza en el sistema de salud han dejado al país en una posición frágil frente a posibles brotes.
Es imperativo que las autoridades tomen medidas concretas para mejorar la cobertura de inmunización y que la población asuma un rol activo en la prevención.
DESTACAR EN TEXTO
«La manera de evitar una epidemia es vacunar a nuestros niños y mantener la vigilancia epidemiológica».
Fotos: Rodolfo Gamarra/Cortesía