El nóbel de literatura hispanoperuano Mario Vargas Llosa, que este jueves se convertirá en el primer escritor en ingresar en la Academia Francesa sin haber escrito nunca en francés, es el último y más prolífico representante de la generación de oro de la literatura latinoamericana.
Escritor universal a partir de la compleja realidad peruana, formó parte del llamado ‘boom’ latinoamericano junto a otros grandes como el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar o los mexicanos Carlos Fuentes y Juan Rulfo.
Su descripción de las realidades sociales en obras como “La ciudad y los perros” o “La fiesta del chivo” le han valido una admiración universal, al punto de ser admitido en la institución francesa creada por el cardenal Richelieu en el siglo XVII.
Pero sus posiciones económicamente liberales han suscitado hostilidad en medios intelectuales que tienden generalmente a la izquierda.
“Los latinoamericanos somos soñadores por naturaleza y tenemos problemas para diferenciar el mundo real y la ficción. Es por eso que tenemos tan buenos músicos, poetas, pintores y escritores, y también gobernantes tan horribles y mediocres”, dijo poco antes de recibir el Nobel en 2010.