|| Luis Chunga / Fotos Cortesía
El concreto se une en una composición elaborada con vidrios de colores que representan escenas históricas de la religión
En la ruta hacia la Semana Santa, El Periodiquito trae a sus lectores Historias de Templos, reportajes que plasman los detalles de estructuras religiosas erigidas en Aragua, donde la fe y la tradición se unen como legado cultural de sus pueblos.
En esta oportunidad llegamos a la Catedral de San Jacinto, una iglesia imponente, no solo por su simbolismo cristiano, sino también por el patrimonio cultural y artístico que representa.
Lleva por nombre Catedral Nuestra Señora de La Asunción, ubicada en la urbanización San Jacinto de la capital aragüeña desde su construcción e inauguración el 24 de diciembre de 1986, bajo los santos oficios de monseñor Antonio Chahda. Sigue el rito católico sirio.
Funciona como la sede del Exarcado apostólico sirio de Venezuela que fue creado el 22 de junio de 2001 por su santidad, el Papa Juan Pablo II, mediante la constitución apostólica Ecclesiales communitates.
Es una de las tres parroquias de este rito en Venezuela siendo las otras dos las dedicadas a Nuestra Señora del Amparo en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui y San Jorge en Barquisimeto, estado Lara.
SU ESTRUCTURA
Edificada en estructura de hormigón armado, su cuerpo está constituido por una serie de arcos ojivales que sostienen un techo abovedado, puede traducirse literalmente como una cubierta arqueada o una cámara que se extiende sobre un área abierta.
Georges Mousalli, párroco del templo, considera que la iglesia rompe paradigmas con respecto a estructuras coloniales.
“Es una iglesia de estilo moderno, tiene un estilo colonial gótico tradicional que trajeron los españoles, un valorable trabajo diseñado por arquitectos venezolanos que contrasta con los vivos colores de los jardines y la comunidad que la rodea”, señaló.
Explicó que tiene una sola nave principal, complementada por sus laterales, “con su vistosidad desde la parte exterior, realzada por su diseño de la fachada inigualable y en su interior con un techo que expresa la modernidad”.
Mousalli piensa que el arquitecto tuvo una visión futurista con los vitrales que fueron traídos desde Cali (Colombia) y quiso demostrar el arte a través de ellos, “es por eso que no tenemos muchas imágenes físicas de los santos, porque son manifestadas a través del arte vitral, hay que detallar para que la feligresía comprenda el hermoso regalo que Dios le dio en forma especial a los maracayeros y venezolanos en general”, dijo.
Estos diseños se utilizaron por primera vez en la arquitectura islámica medieval, porque concentraban la armonía del edificio y permitían arcos más altos, paredes más delgadas y mucho más espacio interior. En 1988 la iglesia fue destacada con el Premio Nacional de Arquitectura.
ARRAIGADOS EN SU FE
“En Siria tenemos nuestra catedral de la iglesia siriaca que lleva el mismo nombre de la iglesia de San Jacinto (…)en esos tiempos llegaron muchos sirios provenientes de Alepo y escogieron a Maracay para establecerse y comenzar a trabajar en todas las áreas productivas”, conservaron su fe cristiana, es por eso que le pusieron el mismo nombre a este oratorio.
Es importante señalar que tras ocho años de guerra en Siria, monseñor Chahda dijo que “el terrorismo lo destruyó todo y todo hay que reconstruirlo, catedrales, edificios, comunicaciones, pero, especialmente, tenemos que restaurar nuestros corazones, Alepo cuenta con muchos mártires que han derramado su sangre por su fe en Cristo, pero su ejemplo de fe no es en vano y los que quedan los llamo mártires vivos de fe, porque siguen firmes en ella”.
“Monseñor Chahda tuvo la misión de trabajar con las comunidades, aquí en la catedral trabajó con el rito latino y el oriental, celebramos las misas con ritos latinos y los lunes para la comunidad Árabe cristiana y ortodoxa en su propia lengua”, explicó Mousalli, reconocido padre con 15 años de servicio a Dios.
“El Señor no trabaja con los cobardes, Dios fortalece a los débiles para superar las dificultades”.
-Georges Mousalli