La ciudad de Turmero, municipio Mariño del estado Aragua, se vistió de fe y devoción este Jueves Santo, con la emblemática procesión de Jesús Crucificado, que tuvo lugar en los alrededores de la Plaza Santiago Mariño y la iglesia matriz Nuestra Señora de Candelaria.
Este evento, que congregó a cientos de fieles, es una de las tradiciones más arraigadas en la comunidad, simbolizando la profunda conexión espiritual del pueblo con su fe católica.
Carlos Humberto Álvarez Blanco, actual presidente de la Sociedad de Jesús Crucificado, expresó su orgullo por formar parte de esta histórica celebración. «La sociedad tiene 119 años de fundada”.
Su padre, Miguel Antonio Álvarez Garboza, a sus 96 años, es considerado el pilar y uno de los fundadores de esta noble sociedad que promueve la devoción al Cristo Crucificado.
La procesión, que se llevó a cabo en horas de la mañana, fue acompañada por el padre Alexander Reyes y una multitud de devotos que se unieron en oración y canto, convirtiendo las calles de Turmero en un mar de fe y esperanza.
La figura de Jesús Crucificado es central en el catolicismo, simbolizando el sacrificio supremo por la redención de la humanidad. Su crucifixión es recordada especialmente durante la Semana Santa, un período que invita a los creyentes a reflexionar sobre el amor y la compasión divina.
Durante su procesión, la imagen de Jesús en la cruz siempre va acompañada de la imagen de la virgen María, llamada La Dolorosa y de la figura de San Juan.
El párroco Alain Mendoza también ofreció su respaldo a esta expresión de fe, que no solo resalta el fervor religioso del pueblo turmereño, sino que también fortalece los lazos comunitarios.
“Estamos aquí en el pueblo de Turmero, en la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, invitando a todo el pueblo para que asista a las procesiones en esta Semana Santa”, concluyó Álvarez Blanco.
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