|| Rodolfo Gamarra
Con la inmunización se evita gastar dinero en tratamientos que, por lo general, suelen ser más costosos que las vacunas
La vacunación de las mascotas es una medida para prevenir el contagio de enfermedades que pueden afectar, tanto a los animales como a los humanos. Con estas se evita gastar dinero en tratamientos que, por lo general, suelen ser más costosos que la inmunización.
Así lo afirmaron varios especialistas en el ramo, quienes explicaron los beneficios de la vacunación y de la consulta con el médico veterinario, quien es el único con el conocimiento y las destrezas para evaluar, diagnosticar y aplicar tratamientos.
Zulay Graff, vicepresidenta del Colegio de Médicos Veterinarios del estado de Aragua, señaló que algunas vacunas en animales se utilizan para prevenir enfermedades zoonóticas, es decir, que se transmiten al hombre.
“Si sus mascotas no están sanas, pueden presentar una enfermedad y generar un riesgo en el núcleo familiar donde se encuentra”, dijo.
Afirmó que vacunar es un acto médico, profiláctico, para lo que es necesario evaluar la mascota en su condición de salud.
“Si es un animalito con alta carga parasitaria, malnutrido, tiene procesos de ectoparásitos, la respuesta inmunológica nunca va a ser la esperada”.
Por su parte, Maximiliano Cierli, director del hospital veterinario de la Universidad Central de Venezuela (UCV), campus Maracay, resaltó que la vacuna más importante para las mascotas es la antirrábica, que previene la rabia, una enfermedad mortal que se puede transmitir al hombre, y que es de obligatorio cumplimiento.
Cierli explicó que el costo de las vacunas varía según el número de enfermedades que protegen y la casa comercial que las produce, pero que no están reguladas por el Estado.
Asimismo, aclaró que el precio de la vacunación en una clínica veterinaria no solo incluye el valor del biológico, sino también los honorarios del médico veterinario, “que tiene una formación y una experiencia que garantiza el bienestar de la mascota”.
Opciones Solidarias
Cierli recomendó a las personas de bajos recursos o que tienen muchos animales, que acudan a las fundaciones o a la Misión Nevado, que ofrecen atención médica veterinaria gratuita o a bajo costo, incluso atienden a animales en situación de calle.
De igual manera, también se puede contar con fundaciones sin fines de lucro que realizan jornadas en diferentes zonas.
El médico veterinario Rafael Toro, quien también trabaja en la clínica de la UCV, explicó que además de la vacuna antirrábica, existen otras para los perros como la séxtuple, que protege contra el distemper, la parvovirosis, la leptospirosis, el adenovirus, el coronavirus y la tos de perrera, además la pupi, que se aplica a los cachorros de dos meses de edad y que previene la parvavirosis y el distemper.
Para los gatos, las vacunas son la trivalente, que previene el herpesvirus, el calicivirus y la panleucopenia felina, y la leucemia viral felina, que se transmite entre los gatos callejeros.
Costos
Toro señaló que el precio de las vacunas varía según la clínica y la casa comercial, pero que en general oscilan entre 20 y 35 dólares.
Sugirió hacer un plan de desparasitación periódica del animal cada mes, para evitar la proliferación de parásitos intestinales. La dosis correspondiente puede tener un costo de 3 dólares.
El centro de atención veterinaria de la UCV es una opción para los dueños de mascotas que quieren brindarles una atención de calidad y a un precio asequible a su mascota.
El director del hospital anunció que el próximo sábado 18 de noviembre tienen prevista una actividad de vacunación y atención para los perros, que incluye la consulta general, hematología, despistaje de hematozoario, coprología, desparasitación y la vacunación antirrábica.
Efectos secundarios En general, las vacunas para perros y gatos se toleran bien. Lo más importante es que estén sanos y hayam alcanzado la edad mínima (ocho semanas), para responder de forma adecuada a los principios activos. Así, la posibilidad de fuertes reacciones se reduce al mínimo. Los posibles efectos secundarios, que suelen desaparecer a los dos o tres y hasta una semana, son los siguientes: fiebre, hinchazón (dolorosa) en el lugar de la inyección, fatiga y pérdida del apetito. Si se detectan estos u otros síntomas, siempre hay que contactar al veterinario. |