||Jack Aponte
Cerca de 400 millones de niños y niñas menores de cinco años –esto es 6 de cada 10 dentro de ese grupo de edad a escala mundial– sufren habitualmente maltrato psicológico o castigo corporal en casa, según datos publicados en junio de 2024 por la Unicef. De ellos, alrededor de 330 millones son castigados por medios físicos.
“El sometimiento de los niños y las niñas a abusos físicos o verbales en casa o la falta de atención social y emocional por parte de sus seres queridos pueden socavar su autoestima y poner en peligro su desarrollo”, declaró Catherine Russell, directora Ejecutiva de la Unicef.
El maltrato infantil no distingue clase social, género ni entorno. Puede manifestarse en el hogar, en la escuela o incluso en instituciones donde los niños deberían sentirse seguros. Las consecuencias de este abuso trascienden la infancia, dejando huellas emocionales que pueden acompañar a la persona durante toda su vida.
Según lo difundido por la Unicef, cada vez son más los países que prohíben los castigos corporales contra la infancia en el hogar. Sin embargo, pese a que más de la mitad de los 66 países que han prohibido esta práctica han promulgado leyes al respecto en los últimos 15 años, sigue habiendo alrededor de 500 millones de niños y niñas menores de cinco años sin protección jurídica adecuada.

Mary Boyer, presidenta del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y del Adolescente (Cmdnna), del municipio Girardot en el estado Aragua, explicó la necesidad de resguardar a los niños que son afectados psicológica y físicamente, para lo que hay marcos jurídicos que penan el “trato cruel”.
Boyer explicó que inmediatamente se detecta el caso es necesario separar al menor del entorno violento, presentar al agresor ante la justicia y llevar al niño con otro familiar, si no hay quien hacerse cargo, Boyer explicó que tienen las Casas de Abrigo para la protección e integridad de estos niños y adolescentes.
“Tenemos varios programas, cuando ellos son inimputables a partir de los 14 años, tienen responsabilidad penal y así muchos programas de acuerdo al diagnóstico y la estadística, vemos que hay un diagnóstico y que es muy recurrente una situación, nosotros inmediatamente tenemos que diseñar una política para atenderlo”.
Boyer resaltó que el maltrato infantil está tipificado en la ley como “trato cruel”, puede ser por parte de los progenitores o terceras personas. “Cada caso es individualmente considerado; para poder nosotros hablar de trato cruel tenemos que conocer varios elementos”.
Según la representante del Cmdnna Girardot, una vez que el hospital informa que llega un niño o niña con presunto trato cruel, inmediatamente el equipo multidisciplinario con la consejera de guardia se traslada e inicia una entrevista, de acuerdo a la edad.
“Si el niño o niña puede hablar entonces le hacemos preguntas vinculadas a juegos u otros temas familiares y no directamente a la situación que le ocurrió, porque generalmente mamá, papá o el agresor les dicen lo que deben por supuesto informar a las autoridades o a alguien si les preguntan, entonces no utilizamos lo que es la entrevista (…) de acuerdo a la edad nosotros establecemos cuál es el mejor método o mecanismo para que ese niño, niña o adolescente nos pueda decir quién fue el que generó la lesión”, resaltó Boyer.
Igualmente, resaltó la importancia de hacer la denuncia a tiempo, en caso de saber de algún caso en el que el menor esté en riesgo. “Eso es omisión y tiene la penalidad, cuando se habla en materia de niños, niñas y adolescentes todos somos corresponsables en lo que es su integridad”.
Para Boyer, es fundamental buscar la orientación adecuada. “Estoy clara que nadie tiene un manual para ser mamá o papá, pero si tenemos los mecanismos y las instituciones, acudan a las instituciones. Tenemos protección infantil y adolescente también para aclarar cualquier duda que tengan”.
PARA REFLEXIONAR
Esta jornada busca crear conciencia sobre las distintas formas de violencia que pueden sufrir los menores, ya sea física, emocional, sexual o mediante negligencia, y subraya la urgente necesidad de proteger sus derechos fundamentales. Con esta conmemoración, se invita a la sociedad a reflexionar, a romper el silencio, y a comprometerse activamente en la prevención, detección y denuncia del maltrato infantil. Proteger la infancia no es solo un deber legal, sino un imperativo ético y humano. “Porque cada niño merece una infancia libre de miedo, el 25 de abril no es solo un día para recordar, sino un llamado urgente a no mirar hacia otro lado.” |