||Mariángel Oyarvez
Dijeron que el consumidor actual cuida y valora su dinero, busca calidad, buenos precios y no se deja llevar por el primero que le ofrece
Héctor Gómez Camperos, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción (Fedecámaras) en Aragua y Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), coincidieron en que Venezuela atraviesa una “economía bajo presión” en el contexto de precios que aumentan en los anaqueles.
Gómez Camperos explicó que la reciente alza de precios en productos se ha observado «en bolívares, incluso en algunos casos en dólares» y añadió que el fenómeno está ligado a la brecha cambiaria, que a su vez impacta en la «merma del ingreso real del trabajador» y contribuye a «generar aún más inflación». Por su parte, Fantinel, dijo que el problema de los precios en Venezuela va más allá de la inflación e incluye el tema del financiamiento a las industrias.
EL MERCADO EXIGE COMPETENCIA
El presidente de Fedecámaras Aragua señaló que los incrementos de precios sin una «visión comercial» puede llevar a perder fuerza de mercado. “El consumidor actual cuida y valora su dinero, busca calidad, buenos precios y no se deja llevar por el primero que le ofrece».
Insistió en que hay que «buscar la manera de proteger el ingreso real de los trabajadores para así lograr tratar de mantener lo más sano la economía». Como medida práctica para el sector, propuso «cualificar al trabajador e ir haciendo análisis trimestrales de sus ingresos».
Mencionó que el ejecutivo nacional debe tomar «medidas estructurales para lograr una unificación cambiaria y así poder evitar la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
DESAFÍOS DEL SECTOR PRODUCTIVO
Fantinel explicó que factores como el comportamiento del dólar paralelo y la falta de financiamiento impactan directamente en los costos de producción y, por ende, en los precios finales de los productos.
El presidente de Fedeagro explicó que la agroindustria depende de la importación de materias primas, ya que Venezuela presenta déficits en rubros como el maíz amarillo, maíz blanco, arroz, azúcar, caraotas y arvejas y añadió que también tienen dificultades para comprar la cosecha nacional debido a que no cuentan con los fondos suficientes. “Ni flujo de caja generado internamente, debido a las guerras de precios; ni acceso a financiamiento externo” en el momento en que deben adquirir la producción nacional.
En cuanto al financiamiento explicó que cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) no suministra suficientes dólares a la agroindustria para importar, “las empresas se ven forzadas a recurrir al mercado paralelo, donde el precio del dólar es mayor”.
Otro punto clave que mencionó es el cambio en la forma de pago a los productores: ahora es «90% bolívares y 10% dólares». Esto impacta al productor que debe pagar a sus trabajadores en bolívares, pero enfrenta precios más altos o necesita dólares para comprar insumos o medicinas veterinarias.