|| David Marcano Duarte
Fotos El Periodiquito / Cortesía
*** Un experto en seguridad y primeros auxilios reforzó el llamado a cumplir las normas y no esperar que los accidentes ocurran
Una semana ha pasado del incendio registrado frente a una estación de gasolina en Maracay, en el que un joven perdió la vida y dos carros fueron consumidos por las llamas. En torno a este hecho se mantienen las investigaciones de entes como el Cuerpo de Bomberos, pero algunas interrogantes surgen entre el colectivo.
Según declaraciones de uno de los dueños de los carros involucrados en el suceso, pasadas las 4:00 pm del pasado viernes, esperaban en las afueras de la gasolinera mientras una cisterna descargaba el combustible, pero en sus propias palabras, “nadie se dio cuenta que rebosó toda la gasolina de los tanques de la estación de servicio, se botó toda”.
El líquido alcanzó el carro de la víctima fatal, lo que originó el incendio y posterior explosión, hasta llegar al otro automóvil, cuyos ocupantes lograron salir ilesos.
Bajo esta versión, y en medio de lo ocurrido, lo que más se cuestiona entre la ciudadanía es por qué no se usaron extintores para disminuir el impacto de la incidencia.
Homero Rauseo, experto en seguridad y primeros auxilios, señaló que la Norma Covenin 2239-191 refiere sobre el almacenamiento de combustible y tipos de tanques, así como las distancias entre ellos.
De igual modo, mencionó que en la Norma Covenin 284291, se explica qué tipo de equipos se pueden utilizar, así como también especifica en qué condiciones se debe efectuar el repostaje de gasolina en las estaciones de servicios.
“Si esa gandola estaba descargando en la bomba se debió evacuar a todos los vehículos y cerrar dicho servicio por completo”, dijo en torno a lo ocurrido el pasado viernes en la capital aragüeña.
En lo que respecta a la labor del combate de incendios por parte de los empleados del lugar, dijo que las características de los equipos que deben tener dependen de la cantidad de litros almacenados, así como también a las exigencias del Cuerpo de Bomberos.
No obstante, advirtió que pueden tener sistemas de combate de incendios como los extintores de CO2 o PQS, aunque cuando se trata de combustible se requiere sólo de CO2.
Destacó que otro aspecto importante es que cada vehículo debe portar un extintor, “porque en el caso que se produzca un conato o incipiente fuego, el conductor puede responder inmediatamente”.
Resaltó que pueden presentarse situaciones en las que los encargados desconocen el manejo de los extintores “y en vez de ayudar hacen que el incendio avance, por no hacer uso correcto del artefacto”, advirtió.
Rauseo mencionó que Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), encargada de surtir las estaciones de servicio en el país, tiene una normativa específica en torno al área de seguridad, pero todo depende de si la persona sabe cómo actuar en casos de riesgos.
“A veces se saltan procedimientos, producto del cansancio o la presión, y es cuando se producen los incidentes por falta de una respuesta adecuada”, dijo.
Al respecto, señaló que un incendio tiene que tener una respuesta de siete minutos para sofocarlo, porque después se puede dar como declarado y se haría “muy difícil” poder combatir la llamas antes de la llegada de los bomberos.
Lo ocurrido el viernes 6 de septiembre en la estación de servicio ubicada entre las avenidas Bolívar y Bermúdez de Maracay, generó alarma y conmoción en la colectividad, pero lo más lamentable es la pérdida de la vida de un joven.
Lo que la mayoría aboga es que se aclare lo ocurrido y se retomen las medidas de seguridad, a fin de evitar que hechos similares se repitan.
Lo fundamental, que lo que se acuerde en papel logre cumplirse bajo la conciencia de que los accidentes suceden en cuestión de segundos, pero pueden evitarse bajo la prevención y responsabilidad de todos.
ANTECEDENTES
En agosto de 2021, en los estados Monagas y Anzoátegui se registraron incidentes en estaciones de servicio, con el saldo negativo de un fallecido y ocho heridos.
Luego de estos hechos, dueños de gasolineras reforzaron las medidas de seguridad, a fin de evitar futuros accidentes. Entre lo acordado en papel, destacaron el distanciamiento de 200 metros entre los vehículos que estuvieran en las estaciones de servicio.
Igualmente, se exigía evitar el ingreso de automóviles con fallas o remolcados, aglomeración de personas y carros en las islas de llenado.
No quedaron por fuera reglas básicas y universales, como la prohibición de uso de equipos de telefonía y la incorporación de personal calificado para manipular los surtidores.
Estas medidas fueron aplaudidas por todos los sectores, pero en medio de la cotidianidad son incumplidas, no sólo por empleados y demás personal de las estaciones de servicio, sino por los mismos conductores.
