24 C
Maracay
lunes 25, agosto 2025
INFORMACIÓN VERAZ Y OPORTUNA AL ALCANCE DE VENEZUELA Y EL MUNDO... SOMOS MÁS QUE NOTICIAS

Heladería América: El legado de una familia italiana que hizo de Venezuela su hogar

|| Rodolfo Gamarra || Fotos: Rodolfo Gamarra/Cortesía

Generaciones de maracayeros crecieron disfrutando los clásicos helados de mantecado, chocolate, fresas y otros de creación original

En el contexto de su 39° aniversario, El Periodiquito rinde un merecido tributo a los inmigrantes que, a través de su esfuerzo y dedicación, han sido pilares en el desarrollo de Venezuela. Entre estas comunidades, la italiana se destaca como una de las más influyentes en la cultura nacional desde el siglo XX.

Un ejemplo emblemático es Enza Trimarchi, quien, junto a su esposo, Giuseppe Trimarchi, trabajaron incansablemente durante décadas en su heladería, un establecimiento que ha estado presente por más de 70 años en el Barrio El Carmen de Maracay y aún tiene sus puertas abiertas.

Esta tierra se convirtió en su refugio, un lugar donde hallaron la paz que su país natal no les ofrecía en su juventud. Trimarchi llegó a Venezuela en 1966, a la edad de 22 años, acompañada de su pareja y su hija de cuatro años, todos con la firme determinación de buscar mejores oportunidades.

Enza Trimarchi, inmigrante italiana y guardiana de un pedazo de historia en Maracay
Enza Trimarchi, inmigrante italiana y guardiana de un pedazo de historia en Maracay

«En Italia no se encontraba mucho trabajo después de la guerra», comentó, recordando las dificultades que enfrentaron.

El señor Giuseppe, quien había vivido en Venezuela entre 1953 y 1959, fue quien convenció a la familia de emprender este viaje hacia el sur de América, ya que «a él le encantaba este país», rememoró Enza.

Sin embargo, el camino no fue sencillo; dejaron atrás una vida estable en Sicilia, donde «tenía mi casa y lo que necesitaba, pero algo faltaba».

Su objetivo era claro: avanzar y prosperar. Desde el inicio, trabajaron arduamente y, a lo largo de su trayectoria, forjaron lazos de amistad con muchos venezolanos, que se convirtieron en un apoyo invaluable “cuando los tiempos fueron más difíciles”.

No obstante, Aragua no fue el punto de partida de esta historia. El esposo de la señora Enza trabajaba como barbero, mientras que ella decidió emprender un negocio de cría de aves en Caraballeda, en el estado La Guaira.

Con el paso de los años, la pareja se trasladó a la región aragüeña, donde adquirieron un restaurante en la avenida Caracas de El Limón. Enza recordó que trabajó en ese establecimiento durante 11 años, lo que representó su primer gran reto en el ámbito empresarial.

Aunque había cocinado para su familia, la experiencia de atender a cientos de comensales fue completamente diferente, un desafío que aceptó con determinación. A pesar de que el negocio tuvo un buen desarrollo, Enza sentía un deseo de alcanzar metas aún más ambiciosas.

La Heladería América, ha sido lugar de reunión familiar durante varias generaciones
La Heladería América, ha sido lugar de reunión familiar durante varias generaciones

UN SUEÑO HECHO REALIDAD 

En 1982, la vida de la familia Trimarchi dio un giro inesperado al adquirir la Heladería América, un establecimiento que había sido fundado por su paisano Américo Mosca y que había estado en funcionamiento durante aproximadamente tres décadas.

A pesar de no contar con experiencia previa en la industria de los helados, los Trimarchi se mostraron decididos a aprender y dominar el oficio.

Este compromiso les permitió transformar la heladería en un ícono local, elevando su reputación y calidad. Aunque la Heladería América ya gozaba de cierto reconocimiento antes de su llegada, los Trimarchi lograron reinventarla, al impregnar el trabajo de visión y dedicación, lo que la consolidó como un referente en la ciudad.

Enza Trimarchi junto a su esposo Giuseppe Trimarchi
Enza Trimarchi junto a su esposo Giuseppe Trimarchi

«Aprendí a hacer helado con prueba y error», relató Enza. Su secreto fue la calidad. «Usábamos frutas frescas, leche entera, nada artificial», destacó.

Con los años, el local se convirtió en punto de encuentro. Generaciones de maracayeros crecieron disfrutando sus clásicos: el helado de mantecado, chocolate, fresas y otros de creación propia y original. «La gente venía de Caracas solo para probar nuestros helados», dijo con orgullo.

Hoy, después de 43 años al frente del negocio, Enza sigue firme. «La heladería es mi vida», afirmó. A pesar de la partida física de su esposo hace 12 años, ella mantiene viva la tradición. «Gracias a Dios tengo salud para seguir luchando», dijo con orgullo.

Enza Trimarchi, con su tenacidad, demuestra que el éxito se construye con trabajo y amor por la tierra que te acoge. «Venezuela me dio todo. Por eso me quedo».

«NO LA VOY A ABANDONAR»

Mientras muchos venezolanos migran, Enza Trimarchi se niega a dejar esta “Tierra de Gracia”. «Aquí hay futuro», aseguró. A sus 87 años, aconseja a las nuevas generaciones no rendirse.

«Si trabajan, pueden salir adelante». Criticó la mentalidad de quienes buscan soluciones fáciles fuera del país. «Allá trabajan 18 horas al día. ¿Por qué no pueden aquí?», cuestionó.

A pesar de tener dos de sus tres hijos en el exterior, recomienda a los jóvenes quedarse. “Lo que hacen afuera lo pueden hacer aquí y mejor, solo si le ponen corazón y esfuerzo”..

Su historia es un testimonio de resiliencia. Sin conocimientos previos, se adaptó a cada desafío: granjas, restaurantes y heladerías. «Nada sabía, sin embargo, aprendí», afirmó.

“Yo me quedo en Venezuela. Yo le dije a mis hijas: —Me voy, cuando Diosito me quiera. Pero mientras tanto, la heladería es mi vida”.

 

Related Articles

- Advertisement -spot_img

ARTÍCULOS RECIENTES

error: Content is protected !!