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sábado 23, noviembre 2024

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El cáncer de cuello uterino puede detectarse a tiempo con al menos una citología anual

|| David Marcano Duarte

Esta enfermedad es la segunda causa de muerte por enfermedades en mujeres del país y la cuata a escala mundial

Nancy Ferrer, ginecóloga y subdirectora médica de la Sociedad Anticancerosa del estado Aragua (SAEA), resaltó la importancia de prevenir el cáncer de cuello uterino, considerada la segunda causa de mortalidad en la población femenina, antecedida por la neoplasia de mama. Para ello, sugirió realizarse por lo menos una vez al año la citología vaginal o, como también se le conoce, frotis de Papanicolaou.

“Es una técnica sumamente sencilla, consiste en colocar un espéculo en la zona vaginal para visualizar el cuello y se toma una muestra, tanto de la parte externa, como interna, con un aplicador”, dijo.

La ginecobstetra explicó que se trata de un procedimiento indoloro que en la mayoría de los casos se realiza en la época en que ya no hay presencia del período menstrual, es decir, que la paciente no tenga ningún tipo de sangrado vaginal.

Esa muestra pasa a una laminilla con destino a anatomía patológica, donde observan si hay presencia cambios celulares y emite un diagnóstico citológico. Puede ser que se aprecie un inflamatorio leve o moderado, como la mayoría de las veces, pero ya cuando se está frente a un inflamatorio severo es conveniente complementar el estudio con una colposcopia, que se realiza con un microscopio que permite ver el cuello con mayor tamaño.

“Dependiendo si la colposcopia arroja la existencia de una zona atípica se toma una muestra para biopsia”, agregó.

En este sentido, la subdirectora de la SAEA mencionó que esta es la mejor forma de realizar un control del cuello uterino anual, a menos que haya una alteración y se coloque tratamiento. Una vez culminado se puede volver a valorar una citología cada tres o seis meses, pero de haber una alteración importante (post biopsia).

El cáncer de cuello uterino ocurre cuando hay cambio en la apariencia o forma de las células de la zona.
El cáncer de cuello uterino ocurre cuando hay cambio en la apariencia o forma de las células de la zona.

¿QUÉ SE EVITA?

Ferrer refirió que con este procedimiento se evitan todas las alteraciones que conducen a un problema mayor (cáncer de cuello uterino), el cual se da porque ocurre un cambio en la apariencia o en la forma (multiplicación) de las células, “que pasan de etapa en etapa hasta llegar a un carcinoma”.    

En este sentido, expuso que el implicado en este tipo de cáncer es el virus de papiloma humano (VPH), el cual con una simple colposcopia se evidencia si hay alteración hacia éste.

“Hay pruebas especiales y estudios con cadenas de polimerasa que revelan si hay una tipificación de VPH, de allí la importancia de las campañas que se hacen para incentivar al uso de los preservativos y vacunación contra ese virus (sobre todo en niños y jóvenes)”.

UNA LUZ EN EL CAMINO

Un nuevo enfoque en el tratamiento del cáncer de cuello uterino ha demostrado reducir el riesgo de muerte en un 40%, lo que representa el avance más significativo contra esta enfermedad en los últimos 25 años.

Los resultados, que han generado una gran expectativa en la comunidad médica, se obtuvieron tras un ensayo clínico del University College de Londres (UCL) publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet.

Los resultados indicaron que un ciclo corto de quimioterapia de inducción, seguido de quimiorradioterapia, redujo en 40% el riesgo de muerte y 35% la probabilidad de que el cáncer reaparezca en los cinco años posteriores al tratamiento.

El ensayo clínico involucró a 500 pacientes reclutadas durante 10 años en Reino Unido, México, India, Italia y Brasil que tenían cáncer de cuello uterino localmente avanzado, y que aún no se había propagado a otros órganos.

Los resultados mostraron que el nuevo régimen de tratamiento, no solo mejoró significativamente las tasas de supervivencia, sino que también redujo el riesgo de recurrencia del cáncer.

Tras cinco años de estudio, el 80% de las pacientes que recibieron este tratamiento estaban vivas, y en 72% de los casos el cáncer no había regresado ni se había diseminado a otras partes del cuerpo. En comparación, las tasas para el grupo de control, que solo recibió quimiorradiación estándar, fueron de 72% y 64%, respectivamente.

 

EL DATO

El cáncer de cuello uterino es el cuarto más común entre las mujeres del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año, se registran aproximadamente 660.000 nuevos casos y 350.000 muertes, la mayoría de las cuales ocurren en mujeres entre 30 y 40 años.

 

 

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