|| David Marcano Duarte
*** Entre los miembros de esta población no existe discriminación, la violencia comienza cuando están frente a un mundo carente de empatía
A propósito del tema de acoso escolar o como también se le denomina bullying, Richard Zambrano, director del Instituto de Educación Especial “Padre Antonio Leyh”, ubicado en el municipio Mario Briceño Iragorry del estado Aragua, señaló que ese fenómeno social no ocurre en las aulas de clases de alumnos con habilidad socio-cognitiva, llámese síndrome de Down o autismo, porque es un mundo totalmente distinto al sistema regular.
“Aquí el bullying no existe, lo que se da es una sectorización de grupos que viene dada de forma natural por la condición, por ejemplo: los down suelen reunirse entre ellos, pero no ocurre una exclusión total de la población”, indicó.
El educador sostuvo que los miembros de la población estudiantil en general comparten, sonríen y trabajan juntos, sin ningún tipo de trauma o complejo. “Ellos actúan como niños y como tal se identifican es con los padres, pero no quiere decir que excluyan a los demás de otra condición”, dijo.
Destacó que no se ve enmarcado un acoso escolar por parte de ningún sector, por la simple razón que todos se perciben de la misma comunidad de estudiantes o en otras palabras, “se ven iguales”.
“Ellos te abrazan, participan en actividades deportivas y nunca excluyen, al menos que en un momento determinado no estén medicados y produzcan sonidos altisonantes para el resto”, agregó.
EL MUNDO EXTERIOR
Zambrano advirtió que aulas afuera, en lo que respecta al desarrollo social, es muy difícil para ellos y sus familiares, particularmente en lo que respecta al servicio de transporte público.
“Son estudiantes muy maltratados por los transportistas, no le respetan el derecho a pagar medio pasaje y, peor aún, no los suben a las camionetas”, indicó.
En este sentido, mencionó que a diario reciben denuncias de los familiares de que las unidades de transporte “simplemente no se detienen”, lo que motivó a que se reunieran en varias ocasiones con la directiva de Unión de Transporte El Limón para buscarle una salida, “pero ha sido difícil que ellos tomen conciencia”.
“Esta es una población que existe y es de recursos económicos limitados que, un alto porcentaje, vive con abuelos, tío o adultos mayores”, sostuvo.
Mencionó que otra dificultad es la medicación, debido a los altos costos que representa adquirirla. Sugirió que una salida puede ser que el Estado haga alianzas con las empresas farmacéuticas que producen este tipo de medicamentos, para que miren con mayor preocupación a esta población.
“Bien sea que asuman completamente el costo de los fármacos o que los fabricantes puedan brindar apoyo minimizando el precio, porque si acaso se habla de una población que llegue a 1% a nivel estadal”, dijo.
DEBE SER ATENDIDO DESDE EL HOGAR
Valentina Trovat, docente de pregrado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo y coordinadora del Despacho del Secretario de esta casa de estudios, indicó que la educación especial tiene un carácter inclusivo, según lo establece la Constitución nacional.
“La educación es un derecho humano universal y se debe garantizar a todas las personas sin distingo de ninguna naturaleza, o medio donde la pueda cumplir gratuitamente”, dijo.
En torno al acoso escolar, refirió que debe ser atendido desde la disfuncionalidad de los hogares, basado en una estadística que revela que hay niños que propician la burla frente a una persona que considera diferente.
Explicó que este tipo de actitudes están relacionadas con los valores y principios que se inculcan desde el hogar.
En este sentido, sugiere que el docente debe propiciar en las aulas de clases los objetivos esperados del aprendizaje, basados en valores como el amor, empatía y solidaridad, así como otras acciones para garantizar la estabilidad de los niños que tienen propósitos distintos.
La docente, con doctorado en Salud Pública, mencionó que en las reuniones de padres y representantes deberían conversar casos de agresiones a esta población, a fin de evitarlas.
Invitó a la colectividad a ser más compasiva y empática con estos pequeños, así como generar mecanismos para que se investiguen estos casos.
ALZAN SU VOZ
José Eduardo Cubillán, representante de la Ruta Turística Social Terapéutica en pro de la Discapacidad, indicó que más allá del abuso escolar a los que tienen alguna condición, se debería hacer un llamado a la verdadera inclusión de las personas con alguna discapacidad, desde prescolar hasta los estudios superiores.
“Aragua no escapa de la desatención a las personas con discapacidad, no obstante, cuenta con la mayor capacidad de atención del estudiantado, a través de instituciones que los apoyan”, dijo.
Aseguró que existe gran cantidad de instituciones especiales que brindan este servicio a la población con discapacidad, pero necesita que esos talleres de educación laboral los nivelen con la educación diversificada, con la intención de que los jóvenes a partir de los 14 años aprendan un oficio que les permita su independencia y les garantice la participación activa en la sociedad.
Fotos El Periodiquito / Cortesía