|| Rodolfo Gamarra || Foto: EP / Cortesía
Representantes del sector en Aragua insistieron en la importancia de mejorar lo salarios de los maestros y rehabilitar la infraestructura escolar
Representantes del magisterio aragüeño reiteraron “grandes deficiencias” en la infraestructura educativa durante el año escolar 2023-2024. Insistieron en que, ya culminado el primer trimestre del período 2024-2025, “la situación no ha mejorado a pesar de las promesas de cambios positivos por parte de las autoridades”.
Roberto Campero, representante del magisterio en la entidad, destacó las múltiples dificultades del sector que marcan el fin de 2024, el cual catalogó “con más penas que gloria”.
Para el representante de los docentes en Aragua las condiciones de infraestructura, equipamiento de aulas y salarios de los educadores, están iguales al anterior año escolar.
Enfatizó que el año escolar finalizó el primer lapso con mucha incertidumbre. “Hay un déficit de más de 10.000 pupitres en todo el estado, tanto en instituciones educativas estadales como nacionales”, afirmó.
Agregó que la escasez de agua potable y las fallas de energía eléctrica, que pueden durar entre tres y cuatro horas al día, perjudican la calidad académica y el rendimiento de los estudiantes.
“En la tarde hay más calor y estrés, la oscuridad impide que los alumnos se concentren y vean la pizarra claramente”, explicó.
Campero resaltó, además, que el programa de alimentación escolar, cuando se suministra, suele durar menos de 10 días al mes, con escasas proteínas. “Sin contar sábado y domingo, los días escolares efectivos son muy pocos”, añadió Campero.
De esta manera resaltó que la falta de recursos y las condiciones adversas tienen un impacto directo en la calidad de la educación. “El rendimiento académico resulta afectado por estas condiciones, y los educadores están desmotivados, debido a las malas condiciones salariales y laborales”.
FUTURO INCIERTO
A pesar de las promesas de mejoras para el nuevo año escolar, la realidad en las escuelas de Aragua sigue siendo desalentadora, según los representantes del sector. “Las esperanzas de cambios positivos no se han materializado, y los problemas persisten”, lamentó Campero. La comunidad educativa espera que las autoridades tomen medidas concretas para abordar estas deficiencias y mejorar las condiciones en las que se desarrolla el proceso educativo. Para el profesional de la educación, el año escolar 2023-2024 en la entidad “ha estado marcado por grandes deficiencias en infraestructura y recursos”, lo que afecta tanto a estudiantes como a educadores. “La situación actual requiere una atención urgente por parte de las autoridades, con el fin de garantizar un ambiente de estudio adecuado y digno para todos”. |