|| Rodolfo Gamarra
Las calles de Maracay, municipio Girardot y de José Félix Ribas, en Mario Briceño Iragorry (MBI) amanecieron solitarias, como es habitual todos los 1° de enero.
A tempranas horas de la mañana de este miércoles, aún se escuchaba la música que, con el paso de las horas, se fue apagando y el silencio se apoderó de las comunidades donde, pocas horas antes, reinaba el frenesí por la llegada del año nuevo.
Los comercios permanecieron cerrados durante el día; a excepción de algunos puestos de frutas y verduras, así como panaderías y carnicerías, que venden lo necesario para la preparación del tradicional sancocho.
Dueños de pequeñas bodegas, como Martha Chirinos, aprovecharon que la mayoría de los supermercados y grandes abastos no laboraron este miércoles para vender su mercancía a los vecinos que realizaron compras de emergencia en este inicio de año.
En este sentido, Chirinos, quien tiene un pequeño local en su casa en el sector La Coromoto, destacó que esta fecha, es buena para el negocio ya que la competencia de los principales comercios de la zona no los afecta.
Aseguró que llegan muchos clientes que buscan cosas muy variadas, desde un pote de mantequilla y un paquete de harina de maíz, hasta polvo para lavar, toallas sanitarias o pañales desechables.
Chirinos afirmó que al menos los tres primeros días del año son buenos, ya que la principal competencia se encuentra cerrada.