Una de las moradas es de la especie cardón, que se considera vulnerable y poco frecuente en la región, y las otras son de tortugas caguama
|| Mariángel Oyarvez
Choroní, municipio Girardot en el estado Aragua, alberga dos nidos de tortugas caguama marinas en Playa Grande y uno en Chuao, jurisdicción de Mariño. Este último es particularmente relevante, ya que pertenece a la tortuga cardón, una especie poco frecuente en las costas aragüeñas.
Gustavo Carrasquel, periodista ambiental y experto en fauna local, destacó que las tortugas tienen un comportamiento fascinante que llama «retorno natal», en el que las hembras regresan a desovar en las mismas playas donde nacieron. «Claramente esa tortuga en Chuao nació allí, seguro regresó desde algún lugar remoto», afirmó Carrasquel.
Estas criaturas realizan migraciones sorprendentes con el recorrido de miles de kilómetros, guiadas por el campo magnético terrestre, como si tuvieran una brújula interna, además de aprovechar las corrientes oceánicas.
Según el experto, la tortuga cardón habita principalmente en aguas abiertas y es más común en regiones como Margarita o Sucre.
Explicó que a diferencia de otras especies, como la Carey, que busca áreas con vegetación para anidar, la especie cardón es robusta, con un peso superior a los 600 kilos y suele desovar directamente en la orilla, sin adentrarse demasiado en la playa.
“Las tortugas en general son animales solitarios que pueden permanecer hasta 30 años prácticamente desaparecidas, en un tiempo muerto, antes de alcanzar la madurez reproductiva”, añadió Carrasquel.
Una hembra puede poner varios nidos en una misma temporada, regresando a la misma playa cada 15 días y anidando hasta tres veces.
Sin embargo, el experto resaltó que la supervivencia de las crías es extremadamente baja: de cada 100 tortuguillos que eclosionan, menos de 10 logran alcanzar la edad adulta debido a la gran cantidad de depredadores en tierra, como pájaros y cangrejos, y en el mar peces y otros animales.
En cuanto a su conservación, el Libro Rojo de la Fauna Venezolana clasifica a la especie cardón como vulnerable en la región atlántico noroccidental, aunque algunos estudios sugieren que su población de ejemplares maduros está aumentando, considerándola de «preocupación menor».
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