|| José R Carpio G
Según la doctora Nelsareth Campos, se estima que para el año 2050, el 50% de la población enfrentará dificultades para ver a larga distancia
La miopía infantil, o visión borrosa de lejos, es un problema visual común que se desarrolla con frecuencia entre los 6 y los 14 años. Se estima que afecta al 5% de los niños en edad preescolar, al 9% en edad escolar y al 30% de los adolescentes.
Según estudios en el área, esta patología puede progresar durante la infancia y la adolescencia, y en algunos casos, seguir aumentando hasta pasados los 25 años.
El incremento de la prevalencia de la miopía en niños y adolescentes es una preocupación mundial, con estudios que sugieren que para el 2050, cerca del 50% de la población global podría ser miope.
Los expertos indican que es el error refractivo más común a nivel mundial y en las últimas décadas se ha convertido en un importante problema de salud pública. En los países desarrollados de Asia oriental y sudoriental, como Singapur, China, Taiwán, Hong Kong, Japón y Corea, la prevalencia de la miopía ha aumentado rápidamente en los últimos 50-60 años, especialmente entre la población joven.
La oftalmóloga pediátrica, Nelsareth Campos, explicó a El Periodiquito que existen diversos factores que contribuyen al desarrollo temprano de problemas visuales en niños de entre 4 y 7 años.
“Se ha presentado mucho en las consultas a niños con afección visual, por distintos motivos bien sea genéticos, entorno visual, crecimiento del globo ocular o por el estímulo causado por el uso de la visión cercana, entre otros”.
La especialista subrayó la importancia del examen oftalmológico como herramienta clave para el diagnóstico temprano de la miopía en niños, lo que permite un control efectivo que previene el avance de la enfermedad.
Además, mencionó que existen estrategias para prevenir esta condición, tales como limitar el tiempo frente a pantallas, fomentar actividades al aire libre, realizar pausas durante la lectura y evitar el uso de dispositivos electrónicos a corta distancia, complementadas con un examen oftalmológico a una edad temprana.
Una vez que se ha diagnosticado la miopía, el tratamiento puede incluir el uso de lentes correctivos, ortoqueratología y gotas de atropina.
La especialista recomendó a los padres establecer límites en el uso de dispositivos electrónicos, sugiriendo una hora diaria para niños de 2 a 5 años y dos horas para aquellos mayores de 5, mientras que para los menores de 2 años, aconsejó evitar completamente su exposición.
EL DATO
La ortoqueratología, o orto-k, es una técnica oftalmológica que utiliza lentes de contacto especiales para corregir errores refractivos como la miopía, hipermetropía y astigmatismo. Estas lentes, diseñadas para usarse durante la noche, moldean temporalmente la córnea, permitiendo una visión clara durante el día sin la necesidad de gafas o lentes de contacto.
LA CIFRA
30% de la población mundial en la actualidad es miope. El sudeste asiático lidera esta pandemia y amenaza la visión de cientos de millones de personas.
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