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El Toro de Colores es una imitación del astado, que se elabora con madera, cabilla y papeles cortados en flequillos de diversas tonalidades
La tradicional manifestación patrimonial, El Toro de Colores, que desde hace más de 102 años engalana el domingo de octavita de Carnaval en la población de Santa Cruz, municipio Lamas del estado Aragua, nuevamente se paseó por las calles de la localidad, con la representación de la faena taurina.
Organizado por la alcaldía del municipio Lamas, a través de su dirección de cultura, la celebración contó con la entusiasta participación de niños y jóvenes de las instituciones educativas que promueven la preservación de esta manifestación como patrimonio cultural, así como las comunidades y familias portadoras de la tradición.
Después del recorrido por las calles, en el simulacro en el cual participaron más de 12 personas, entre toreros, cargadores, un doctor y un enfermero, se representó la faena en la parte de la cuadrilla, con quiebres y movimientos propios de la tauromaquia. El torero, herido por el animal, es atendido por el doctor que se acerca de forma jocosa a brindar cuidados.
El Toro de Colores, expresión cultural que tiene sus remotos antecedentes en la época colonial, es una imitación del astado, que se elabora con madera, cabilla, papeles cortados en flequillos de diversas tonalidades, agarraderos para quien lleva el toro, además de la imitación de los testículos del animal. Un par de cachos y la cola real, la cual es buscada en los mataderos de la zona.
Al principio era un solo toro, pero cada año se van multiplicando los animales con la incorporación de jóvenes y de escolares, gracias a cultores como José de Jesús Velásquez, integrante del Sistema Nacional de Culturas Populares (SNCP), quien desde hace 52 años ha impulsado esta manifestación, al organizar y dictar talleres en escuelas para preservar la tradición en la que al principio solo participaban unas cuatro o cinco familias.
EL DATO
Declarado Patrimonio Cultural del estado Aragua, el Toro de Colores es un ícono representativo del municipio Lamas, que pobladores y visitantes esperan para disfrutar los domingos de Octavita de Carnaval, en que las calles semejan una policromía.