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miércoles 27, agosto 2025
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En Venezuela más del 90% de las personas no tienen un seguro médico

La mentalidad, sumada a la desinformación, impide que los venezolanos vean el seguro como una inversión en tranquilidad y prevención

||Rodolfo Gamarra

El sector asegurador en Venezuela enfrenta un problema crítico: la baja penetración de sus servicios entre la población. Menos de 10% de los venezolanos cuenta con algún tipo de cobertura, según estimaciones de María Silvia Rodríguez, presidenta de la Junta de la Cámara Aseguradora.

Esta cifra, que ronda cerca de los 1,5 millones de personas, refleja no sólo limitaciones económicas, sino también una falta de cultura sobre la importancia del seguro como herramienta de protección.

FALTA DE CULTURA ASEGURADORA

Para Rodríguez, el principal obstáculo no es el costo, sino la percepción social. “Más que todo es la educación y el entender qué es un seguro», afirmó.

La mayoría de la población considera que estos servicios son prescindibles y optan por resolver imprevistos sobre la marcha.

Esta mentalidad, sumada a la desinformación, impide que los venezolanos vean el seguro como una inversión en tranquilidad y prevención.

La presidenta de la Cámara Aseguradora insistió en cambiar este paradigma: «No es una obligación, sino una necesidad. Contribuye a tu vida al generarte protección y una acción adicional».

Sin embargo, lograr este cambio requiere estrategias innovadoras que combinen accesibilidad y educación.

PRODUCTOS ADAPTADOS Y CANALES DIGITALES

Ante el contexto económico, las aseguradoras han desarrollado productos masivos con costos mínimos. Estos incluyen pólizas de vida, accidentes personales y emergencias médicas, diseñadas para llegar a un público más amplio.

Igualmente, desde noviembre del año pasado, la modificación de la ley permitió la venta de seguros a través de canales digitales.

«Ahora es posible adquirirlos por una APP o por teléfono», explicó Rodríguez.

Estas innovaciones buscan democratizar el acceso, pero su impacto aún es limitado.

El sector también enfrenta el reto de integrarse al sistema de salud pública, lo que aliviaría parte de la carga que recae sobre el Estado.

«El seguro permite acceso a consultas, exámenes y tratamientos, previniendo enfermedades más graves», destacó la experta.

RELACIONES CLAVES:

Asegurados, clínicas y aseguradoras.

Las clínicas y aseguradoras negocian temas como tiempos de pago y monedas de intercambio, en un entorno macroeconómico volátil.

«Nos necesitamos mutuamente. Es la única forma de garantizar que el asegurado reciba atención», señaló Rodríguez.

Para evitar sobrefacturaciones, se emplean baremos: tablas de costos promedio que establecen parámetros claros.

«Esto no debe afectar al asegurado, pues es un acuerdo entre clínicas y compañías», aclaró.

Por el contrario, los conflictos entre usuarios y aseguradoras suelen derivarse en malentendidos. La figura del Defensor del Asegurado, obligatoria ante la Superintendencia, media en estos casos.

«Muchas quejas surgen por falta de información al llenar planillas», advirtió Rodríguez.

Aunque la carga de la prueba recae en la aseguradora, la transparencia del cliente es vital para evitar rechazos de cobertura.

En Venezuela no hay una cultura de asegurar la vida

REPUTACIÓN Y EDUCACIÓN:

Las aseguradoras han sido percibidas como entidades distantes, cuya relación con el cliente se limita a momentos de crisis.

«No somos las más comunicativas. Hace falta acercarnos más a las masas», reconoció la presidenta de la Cámara Aseguradora.

Rodríguez propone un cambio radical en la narrativa: «Los seguros no son contratos engorrosos, son protecciones que generan bienestar».

Para ello, es crucial fomentar la educación académica. «En Venezuela no se estudia seguros. Nadie sabe qué son ni cómo funcionan», lamentó.

EL LEGADO DE LA PANDEMIA

La pandemia de Covid-19 demostró el valor del sector. Durante la crisis, las aseguradoras vendieron pólizas específicas sin conocer el alcance de la pandemia. «Fue un propósito claro: dar tranquilidad y salvar vidas», recordó Rodríguez.

Su visión a futuro incluye institucionalizar la educación sobre seguros y adaptar la normativa vigente.

«Quiero que el seguro se entienda como una experiencia, no como un trámite», concluyó.

 

 

 

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