Más de 4.500 millones de personas en el mundo carecen de servicios de salud que apoyen la lactancia materna
||Rodolfo Gamarra
Con la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, es crucial reflexionar sobre este acto natural que ofrece múltiples beneficios a la madre, al bebé y a la sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna exclusiva se recomienda durante los primeros seis meses de vida, seguido de la lactancia complementaria hasta los dos años o más.
En un contexto donde las tasas globales de lactancia materna exclusiva han alcanzado el 48%, una cifra que se espera llegue al 50% para el año 2025, se hace evidente la importancia de promover esta práctica. Así lo expresó Alejandro Crespo, reconocido puericultor pediatra, quien destacó que la lactancia materna es «el mejor regalo que le pueden dar a un bebé recién nacido».
ESCUDO PROTECTOR Y DESARROLLO ÓPTIMO
Crespo explicó que la leche materna reduce significativamente el riesgo de enfermedades a corto plazo, como diarrea, neumonía y cólicos. A largo plazo, protege contra condiciones como hipertensión, diabetes, obesidad e incluso leucemia. Además, la describió como «una especie de vacuna», gracias a su capacidad para transferir inmunoglobulinas esenciales que confieren defensa al bebé. Esta inmunidad pasiva es algo que nunca recibirán aquellos bebés alimentados con fórmulas lácteas.
Los bebés amamantados presentan una flora intestinal más saludable, lo que les permite digerir alimentos de manera más efectiva y disminuir riesgos de alergias o trastornos gastrointestinales. Asimismo, Crespo mencionó que los niños que reciben lactancia materna exclusiva durante seis meses tienen un coeficiente intelectual más alto, lo que puede impactar de forma positiva en su futuro académico y profesional.
RECUPERACIÓN Y PROTECCIÓN
Desde la perspectiva materna, la lactancia favorece la recuperación postparto, y ayuda a las madres a perder peso ganado durante el embarazo, lo que reduce riesgos de hemorragias y dolor. Con respecto a la salud a largo plazo, las mujeres que amamantan tienen menor probabilidad de desarrollar diabetes, hipertensión y ciertos tipos de cáncer, como el de mama y cuello uterino.
MITOS DESMENTIDOS Y CONTRAINDICACIONES
Crespo explicó que la idea de que «la teta no los llena» es errónea. De hecho, los bebés que son amamantados tienden a alimentarse con más frecuencia debido a que la leche materna se digiere rápidamente.
Otro mito común es que las madres deben darle fórmula al bebé para que duerma. Sin embargo, la leche materna contiene melatonina, que promueve el sueño nocturno, y cortisol durante el día, lo que estimula la actividad del niño.
Respecto a las contraindicaciones para la lactancia, Crespo aseguró que son muy limitadas. Las únicas excepciones son en casos de VIH/SIDA no controlado o ciertas enfermedades raras presentes en el bebé, que afectan a menos de un 1% de los recién nacidos. , «En pocas palabras, no hay excusa» para no amamantar salvo en estas circunstancias médicas específicas.
BARRERAS Y DESAFÍOS
A pesar de los innegables beneficios, existen múltiples desafíos que obstaculizan el apoyo a la lactancia materna. Según un informe conjunto de Unicef y la OMS, más de 4.500 millones de personas en el mundo carecen de acceso a servicios de salud esenciales que faciliten esta práctica. En Venezuela, las estructuras de apoyo son insuficientes.
Entre las barreras se encuentra la falta de políticas laborales adecuadas. El doctor mencionó que el permiso de maternidad es apenas de dos meses antes del parto y cuatro meses después, lo que dificulta una transición adecuada para las madres en el ámbito laboral. Además, resaltó que muchas empresas no cumplen con la ley que obliga a otorgar permisos breves para amamantar en el trabajo.
También se ha perdido el impulso por iniciativas como la certificación de hospitales «amigos de la madre y el niño», que representan un soporte en la promoción de la lactancia materna. La eliminación de estos programas limita el acceso de las madres a asesores y redes de apoyo, fundamentales para el éxito de la lactancia.
APOYO A LA LACTANCIA MATERNA
Para corregir estas deficiencias y cerrar la brecha en el apoyo a la lactancia, tanto Unicef y la OMS como el Dr. Crespo, proponen varias medidas esenciales. Una de ellas es aumentar la inversión en programas que fomenten esta práctica y establecer políticas laborales que favorezcan las licencias de maternidad y paternidad remuneradas.
Además, resaltó la importancia de asegurar que las madres en situaciones de vulnerabilidad reciban el asesoramiento adecuado. Esto incluye crear espacios de apoyo para los padres y familias, así como garantizar lugares adecuados para amamantar en el entorno laboral.
Crespo hizo énfasis en la necesidad de regular la comercialización de sucedáneos de la leche materna y la importancia de la educación continua sobre la lactancia. Es vital rehabilitar hospitales para que sean amigables con la madre y el niño, e incentivar la lactancia inmediata tras el nacimiento. Asimismo, sugirió la creación de bancos de leche materna con el fin de ofrecer opciones viables a aquellas madres que enfrentan dificultades para amamantar.
EL MEJOR REGALO
Abordar la lactancia materna como una inversión a futuro es clave para el desarrollo humano y la sostenibilidad ambiental. Se requiere un esfuerzo conjunto entre gobiernos, sistemas de salud, empleadores y la comunidad en general para derribar mitos y asegurar que cada bebé reciba este «mejor regalo».
