|| Nota de Prensa
La mejor inversión que puede hacer el sector público y el privado en un país es la realizada en la educación, ya que sus logros económicos pueden no ser muy significativos, pero la satisfacción y alegría por la formación de niños, jóvenes o adultos, debe ser la mayor ganancia para sus inversores y toda la nación, quien así se expresa es el Dr. Basilio Sánchez Aranguren, rector de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), quien este 25 de mayo recibió en el Ateneo de Madrid, el premio “Personalidad Iberoamericana del Año” por su destacada trayectoria educativa y su valioso aporte a la superación y progreso de la juventud Iberoamericana.
Efectivamente, la educación como campo de trabajo y acción social no está en el ranking de las áreas laborales más productivas económicamente, pero si sinérgicamente, produce el desarrollo de la nación. Sin embargo, para que ella sea considerada parte de un proyecto de vida se requiere realmente ser “maestro de escuela”, o persona con vocación docente. Y, precisamente, ese es mi caso, soy simplemente un educador. Maestro de educación primaria, licenciado en educación, magister en educación y doctor en educación. En los países latinoamericanos, hay una inversión de valores, por eso lo superfluo, lo banal prevalece ante lo sustantivo que significa la educación de los pueblos. Por eso una botella de scotch, vale cien veces más que un curso de ética. La Universidad Bicentenaria de Aragua ha transitado un camino de 36 años que no ha sido fácil, muchas piedras en el camino, no colocadas por ignorantes, sino por inteligentes egocéntricos que poco aportan a su país. Esta conducta ha hecho que nuestros sistemas de educación universitaria tengan un atraso de 40 años, que se viene acrecentando con esta parálisis por más de dos años producto de la pandemia del Covid. Para superar tantas ingratitudes de personas que se suponen cultas, es ponernos al frente con grupo de jóvenes profesionales nativos digitales que con sus logros hacen sentir que la UBA es una Universidad de alto prestigio, el cual nos hemos ganado con sobrados méritos académicos.
Reflexión que nos hace preguntar al Dr. Basilio Sánchez Aranguren, rector de la citada casa de estudios superiores, cuales son los próximos proyectos a desarrollar en pro del bien común?
Al respecto nos dice: la UBA es parte fundamental de mi vida: en ella volqué todo lo que me queda de zoon politikón, de mi inteligencia emocional. Sí, me siento feliz por los logros de la Universidad a pesar de los obstáculos encontrados en la línea de tiempo de su desarrollo. Mucha mediocridad y poca consideración por parte de quienes han dirigido la educación superior desde los años 60 hasta hoy, en cuanto a los avances de la ciencia y la tecnología. Nuestras universidades tienen un atraso extremadamente profundo cuando de inteligencia artificial, biotecnología, nanotecnología y automatización se trata. Y ni hablar de lo más elemental como es el aprendizaje en línea o digital. Poco son quienes creen en esta modalidad. Esa visión cavernícola me ha obligado a dar pasos para presentar proyectos ante el equipo de autoridades y operadores docentes de la UBA que se consideran de avanzada, yo diría más bien inéditos. Entre los proyectos de impacto social, está la certificación de saberes y competencias de jóvenes talentos de los sectores populares del país, programas de entrenamiento de gastronomía, en diseño de moda, desarrollo de programas de asistencia médica, programa de la protección contra la violencia de género. Estamos incursionando en áreas de la aeronáutica, este es un proyecto en progresión. Sin olvidar lo relacionado con blockchain y criptomonedas. Asimismo, las carreras deben incursionar sobre la inteligencia artificial, la robótica y los impactos de las tecnologías empleadas por esas disciplinas. Y más recientemente venimos desarrollando un programa para médicos y enfermeros extranjeros, con la disposición de integrarlos al sistema de salud los EE.UU.
¿Háblenos sobre los planes que tiene para sintonizar la casa de estudios con la realidad del mundo de hoy?
Por lo general se declara que las funciones de toda universidad son entre otras: Investigación, docencia y extensión. Siempre he querido incluir la producción. Así que esa concepción me permitió crear el único Decanato de Emprendimiento que existe y al lado de este el Decanato de Desarrollo Empresarial, que nos están permitiendo participar en una serie de proyectos con instituciones públicas y privadas. En cuanto al emprendimiento, estamos utilizando una metodología del aprendizaje, basado en Emprendimiento por Proyecto-ABEP, esto está implantado y los estudiantes lo han acogido como una manera de crear sus marcas y patentes, algo ya muy común en nuestra juventud estudiosa. Todo esto nos ha conducido en la creación del Consejo Empresarial constituido por renombrados empresarios locales para compartir ideas, desarrollo y aplicaciones en bien de la economía del Estado y el país. Con la dolarización “de facto” se ha podido emprender algunas acciones que impacten la economía local y se ha hecho más propicio el alcance de la educación superior para los menos favorecidos.
¿Cree que a las universidades privadas les ha faltado apoyo tanto del sector público como del privado?
No es que lo crea, es que lo hemos vivido en “carne propia”. Hay políticas públicas que impiden el crecimiento de las universidades privadas. Por ejemplo, por lo general se obstaculiza la creación de nuevas carreras en las universidades privadas y algunos aducen que es una manera de combatir un mercantilismo, que está en la mente de algunos funcionarios públicos del sector universitario. Por lo general, la empresa privada poca importancia le ha dado a las universidades. Puedo asegurar que muchos de ellos no creen en la formación de los egresados, que finalmente van a engrosar las listas de sus recursos humanos. E internamente, hay quienes niegan que una universidad nada tiene que ver con la producción empresarial que la percibirían como una penetración mercantilista.
¿A qué atribuye, que la universidad sigue logrando los objetivos propuestos, y el reconocimiento regional, nacional e internacional?
Si, ciertamente las adversidades nos han obligado a constituirnos en equipos con suficiente ética, entrega y pasión por lo que a diario tenemos que hacer. Es la inteligencia emocional, la pasión que nos hace sentir que más que trabajar es el placer de divertirnos por lo que hacemos. Por el apasionamiento de la mayoría de quienes a diario laboran en la UBA es por lo que hemos logrado el respeto de autoridades educativas y de entes gubernamentales y muchos del sector privado que entienden que en la UBA “no se está jugando carritos”, por eso el respeto alcanzado en esta década que se está iniciando.
¿Tiene planes de asistencia social como becas para aquellos jóvenes de escasos recursos económicos que quieran estudiar en dicha universidad?
La UBA ha mantenido un programa de becas durante estos 36 años, con plena intenciones de atender esos requerimientos de una población carente de recursos para seguir estudios universitarios. Para mantener la beca durante toda la carrera, el alumno no puede bajar su índice de 15 puntos. Así mismo, se hace asistencia psicológica a usuarios sin costo alguno y esta se hace extensiva a estudiantes de liceos y colegios del Estado Aragua.
¿Qué sugerencias le da a los integrantes de la comunidad universitaria: profesores, estudiantes y trabajadores?
Que profundicen sus conocimientos en el campo de la inteligencia artificial, la automatización, en la cibernética en general, así como todo lo relacionado con las monedas digitales y el blockchain, y se planteen el mejor emprendimiento que sea factible su desarrollo con la finalidad de incorporarse al sector productivo del país y no conformarse con los exiguos ingresos que perciben por concepto de investigación y docencia que ejercen dentro de la UBA. No me muestro egoísta que ellos dispongan del tiempo relativamente para el aprendizaje de otro idioma, preferiblemente inglés, como todos sabemos, es el idioma universal por excelencia.
Finalmente preguntamos al Dr. Basilio Sánchez Aranguren, Personalidad Iberoamericana del Año, Un mensaje para la juventud?
Que se preparen cada día más, que entre ser profesional y no serlo, hay un abismo. Y parodiando a Kant, El Mundo de la Cultura es el Mundo de la Libertad.