|| Luis Chunga
Es importante conocer la cultura de los sordos para que sean incorporados en las diferentes empresas, industrias y comercios del estado Aragua
Juan tiene 30 años, Andrea 27 y Anthony 25. Todos los días se les ve caminando por las calles y avenidas de Maracay conversando en lengua de señas, expresando sus sentimientos, preocupaciones, aspiraciones, proyectos de vida y hasta conquistar el corazón y el amor de la pareja de sus sueños.
Los tres jóvenes cuentan que las personas (oyentes) los miran con compasión como si fueran “bichos raros”, sin embargo, están convencidos que más de un hablante quisiera aprender lengua de señas. La LS está diseñada como lengua natural para los sordos, para que puedan vivir y desarrollarse normalmente dentro de una sociedad.
“Hay una falta de reconocimiento de la cultura y la identidad sorda, no lo veo cómo integración-inclusión, sino como una situación de convivencia” consideró Antony. También Andrea, quien manifestó que: “La principal dificultad que tenemos es la falta de comunicación con la sociedad, claro que mi problema de lenguaje y sordera no determina mi capacidad intelectual, el problema de nosotros no es individual, depende de la interacción con el entorno” .
Por su parte, Juan resaltó que: “Muy pocos ven las consecuencias que vivimos dentro de la casa, que nos obligan a sentirnos frustrados, gracias a Dios conocí a mis amigos y mi vida cambió porque logré integrarme a la sociedad”. Dijo que todos los días salen a buscar trabajo, pero los rechazan, no hay ofertas de empleo para ellos.
INCLUSIÓN –INTEGRACIÓN -INCORPORACIÓN
El Lic. Ignacio Cacique, con amplia experiencia en Lenguaje de Señas, aseguró que cuando hablamos de inclusión, integración e incorporación en el mundo cultural de los sordos, tenemos que entender que no es lo mismo. Explicó que hasta hace poco se hablaba de incorporación laboral de los sordos, pero cuando ingresaban a trabajar no podían comunicarse con nadie, ni siquiera con sus jefes, “nadie en la empresa conocía su cultura y no sabían qué atención deberían darle, hasta el momento los oyentes los tratan con lástima, al sordo no le gusta que lo traten de esa forma”.
Cacique llegó a la conclusión que la integración significa poner a un sordo dentro de un contexto educativo, laboral, comunitario, vecinal, pero esos contextos tienen que saber LS, a partir de allí comienza el trabajo. “Cuando hablamos de inclusión, significa que el oyente ya conoce el lenguaje, cultura, estado psicológico de estas personas. Con todos esos conocimientos podemos recién integrar a los sordos donde ellos se sientan identificados, queridos y útiles”.
Agregó que en realidad, este proceso es más beneficioso para el sordo, porque siente que ha sido aceptado y tiene el camino abierto para opinar y proponer dentro de la comunidad, se siente uno más de ellos. Estas tres inducciones fueron puestas en práctica en algunas empresas industriales de San Vicente, luego en Santa Cruz de Aragua y finalmente en el servicio de Meteorología ubicado en Maracay.
“Nosotros como especialistas, ayudamos a formar a la gente para que conozca la cultura de los sordos, para que la receptividad sea más provechosa para la persona con esta discapacidad y sea productivo en la empresa”.
LA CULTURA DEL SORDO
Su cultura expresa que primero son ellos sobre todas las cosas, culturalmente el sordo siempre va a buscar a los que saben señas y no a los oyentes. Podemos ser amigos de ellos, pero existe una barrera que impide llegar a ellos y eso es el lenguaje. Es la parte más delicada y más fuerte que el sordo vive porque no se ve integrado. Si no se le explica y le dan a entender que el proyecto de vida en la comunidad y en su trabajo, también será beneficioso para él, se va a sentir rechazado y excluido, agregó Ignacio Cacique.
CON LEY O SIN LEY
Para el psicólogo laboral Mario Lares, con ley o sin ley, las personas con discapacidad, en general continúan siendo rechazadas y excluidas del mercado laboral por su condición y porque equivocadamente dicen que no son productivos. Si se dan leyes para las personas con discapacidad en este caso para los sordos, obligatoriamente tenemos que vigilar que las disposiciones se cumplan y de allí en adelante iniciar una perenne campaña de socialización en las pequeñas, medianas y grandes industrias para que conozcan el talento y la inteligencia de esas personas (sordas).
TESTIMONIOS“Mi nombre es Juana Rosa, vivo en Palo Negro, municipio Libertador y tengo un hijo sordo. Cuando mi primogénito fue creciendo le descubrieron problemas auditivos y nadie me lo pudo curar. Lo llevé a un psicólogo y no lo recibió porque no sabía LS y me sugirió que contratara un intérprete para comenzar el tratamiento. Me sentí decepcionada, me recomendó una iglesia evangélica donde dictaban clases de lengua, fue un choque porque yo era católica, pero llevé a mi hijo. Los dos iniciamos un taller de lenguas, luego se unió mi esposo y ahora vivimos un mundo maravilloso”. María Arango dice “tenemos muchos profesionales que pasaron por la Universidad, pero la universidad no paso por ellos, “Mi hijo aprendió lengua de señas en la UPEL de Maracay, me lo trataron excelente, no necesitó psicología terapéutica, la vez pasada me dijo que quería abrir una escuela de lengua de señas, mi hijo está buscando la integración, incorporación y la inclusión de los sordos a la sociedad”. |