|| Glenn Requena / Fotos: Glenn Requena / Cortesía
El hijo de “Pajarito” hizo un llamado a las autoridades regionales y municipales para que apoyen en restaurar este emblemático símbolo de la ciudad
El kiosco de Tacita de Plata, ícono de la ciudad de Maracay, fue vandalizado por personas desconocidas en la madrugada de ayer. El emblemático sitio de referencia para muchos

ciudadanos estaba en manos de Marco Aurelio Álvarez, hijo de Aurelio Antonio Álvarez Hernández, conocido como “Pajarito”, quien perdió la vida en 2019.
Marco Álvarez se acercó hasta la sede de El Periodiquito, para denunciar lo ocurrido en las adyacencias del portón del Cuartel Páez. Relató que fueron los vecinos quienes informaron del lamentable hecho.
“Nadie sabe quién fue, ni nada por el estilo, porque esa esquina es oscura. Tampoco conocemos el motivo y conseguimos quemado el ícono de la ciudad”, manifestó.

La acción hizo que se perdiera el color amarillo de referencia, además de todos los pocos materiales que se guardaban en su interior y servían para vender café y atender a los transeúntes que acostumbran a sentarse y conversar por varios minutos.
Este representativo espacio ha servido para que estudiantes universitarios esperen los buses, además de ser punto de encuentro y el tradicional lugar para comprar cualquier cantidad de importantes textos, pero ahora quedó hecho ruinas por la acción de personas que no tienen sentido de pertenencia. Marco hizo un llamado a las autoridades regionales y municipales para que contribuyan con su

recuperación.
“He luchado por el kiosco nuevo que tenemos al lado, que tiene más de 10 años en lucha, ya que se anunció pero no recibimos la llave. Estamos en estos trámites desde que mi papá estaba vivo y aún no he tenido respuesta”, aseveró el hijo del recordado “Pajarito”.
Es de destacar que el kiosco de Tacita de Plata tiene 60

años y es ícono de la ciudad desde la administración de la ex alcaldesa Estela Roca de Azuaje. Sin embargo, Marco Álvarez consideró que aunque este lugar sea estampa de la ciudad, no ha sido beneficiado en muchos años.
Recordó que no es la primera vez que ocurre esta situación en el kiosco, hace aproximadamente 16 años este espacio también fue atacado, en esa oportunidad la misma familia, junto a colaboradores, lograron recuperarlo.