José R Carpio G
*La humareda se mantiene en las calles de los sectores aledaños a las montañas y serranías del Henri Pittier, lo que provoca enfermedades respiratorias
Nuevos incendios forestales arrasaron con parte del Parque Nacional Henri Pittier hace unos días. El pasado domingo lograron controlar las llamas en el sector Corral de Piedra, municipio Mario Briceño Iragorry del estado Aragua, pero el pasado lunes la ignición se registró en la fila La Cabrera de la misma jurisdicción.
La situación, además de afectar al referido pulmón vegetal en su flora y fauna, resulta igualmente perjudicial para quienes habitan zonas aledañas a los incendios.
Pedro Carreño habitante de La Candelaria destacó que muchas veces el cerro se prende y el humo baja e invade el ambiente, razón por la que sufre de problemas pulmonares cuando sucede este tipo de eventos.
“Yo soy un adulto mayor cuando y hay quema el humo afecta bastante a las comunidades aledañas, tanto a nosotros como a los niños, gracias a Dios que en este período no se han presentado tantas quemas en los cerros cercanos, sin embargo, el humo nos llega”.
La misma realidad la destacó Omar Camacho, también residente de la zona, quien aseveró que la afectación por el humo es inevitable, “y eso repercute en la salud de la comunidad”, que presenta irritación en los ojos y en algunos casos alergias respiratorias.
“Cuando la quema se intensifica, es decir, que los cerros están prendidos si se puede decir por todos los costados, el humo es agobiante y afecta bastante en la comunidad, últimamente esos incendios han sido controlados bastante y las consecuencias en lo que al humo respecta ha sido más aplacado, pero queda en el ambiente el olor a quemado que no deja de inquietar”.
MONITOREO CONSTANTE
Habitantes de las zonas afectadas por el humo de los incendios forestales destacaron la loable labor que han realizado los funcionarios bomberiles, de Inparques y voluntarios que han evitado que las quemas se propaguen por las serranías del Parque Nacional Henri Pittier.
En este sentido, María Acosta indicó que de manera constante ve “la presencia de personas monitoreando de manera permanente el cerro cuando hay focos de incendio en el lugar”, a fin de prevenir que se propaguen las llamas.
“A esos muchachos hay que agradecerle porque de verdad trabajan en ese candelero para apagarlo, gracias a eso las quemas por lo menos en La Candelaria no han sido de grandes magnitudes, aunque el humo nos afecta, pero es plausible esa labor”.
A través de sus redes sociales, organismos que intervienen en el control y extinción de este tipo de eventos, han informado que las áreas afectadas “se mantendrá bajo estricto monitoreo para prevenir nuevos brotes”.
Fotos Cortesía
