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jueves 28, marzo 2024

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Habitantes de El Limón no olvidan la tragedia de 1987

|| Glenn Requena / Fotos: Glenn Requena / Cortesía

Vecinos de Mario Briceño Iragorry (MBI) vieron cómo las calles se convirtieron en “cementerios”, tras la presencia de bolsas negras

Hoy se cumplen 35 años de la tragedia de El Limón, en el municipio Mario Briceño Iragorry (MBI). Torrenciales precipitaciones, que provocaron el desbordamiento del río, lo que afectó a cientos de viviendas. Vecinos de la localidad aseguran que aún tienen “vivos los recuerdos de ese día”.

La estructura de la Capilla La Santa Cruz se ha mantenido frente el arrase de la naturaleza

La tragedia tuvo muchas connotaciones, especialmente en las familias que vivían alrededor de las quebradas y ríos. Vecinos detallaron que, para aquella fecha, las zonas de El Limón parecían campos de batalla, por la gran cantidad de bolsas negras en las calles.

“Fue una situación muy fuerte. Se vio mucho la solidaridad de las familias. Mi mamá ayudó a mucha gente que perdió sus casas en el sector Capuchinos”, expresó Ruth Santos, residente del municipio.

Fue una experiencia muy fuerte para la mayoría de las personas

Recalcó que entre los aprendizajes que dejó este evento, está la falta de planificación humana y entender que la naturaleza siempre reclama sus espacios.

“El río con los años vuelve a sus cauces. Todavía el pueblo de El Limón no ha creado consciencia al respecto. En 2020 tuvimos otra desgracia no tan fuerte como aquella”, precisó Santos.

Por su parte, Mery Rivero, también habitante de El Limón, consideró que con la naturaleza no se puede jugar, porque no es la primera vez que ocurre una tragedia natural en la jurisdicción.

“Uno tiene que irse cuando el río este fuerte, no hay que quedarse. Me acuerdo que ese día era un domingo y había llovido mucho […] Cuando llegamos a ver, ya el agua arrastraba varias casas. Nos tuvimos que resguardar en el último piso de mi casa. Hubo vecinos a los que se los llevo el río y murieron, fue doloroso”.

EL DATO

Según registros bibliográficos, tras haber arrasado los barrios El Progreso, Mata Seca y gran parte de El Limón, el torrente de barro y agua dejó un saldo aproximado de 100 personas muertas, cientos de desaparecidos, 300 heridos y miles de damnificados.

 

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