|| Glenn Requena / Foto: Cortesía
La importancia de un control prenatal ayudaría en el diagnóstico de esta enfermedad
Ayer fue el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas, fecha en la se conmemora a todos los niños y familias que padecen este tipo de enfermedades.
Edgar Carvallo, cardiólogo clínico, explicó que la frecuencia de las cardiopatías congénitas va alrededor de uno por cada 100 nacidos vivos.
“Estadísticamente hablando debería haber un niño o niña que va a tener un grado de malformación congénita en las estructuras cardíacas, que van a requerir manejos que pueden ir desde índole farmacológico a procedimientos quirúrgicos”.
Explicó que existen muchas causas para que un niño pueda presentar esta enfermedad, sin embargo, hay un factor genético predisponente, porque constituyen una posibilidad en la que no se tiene ningún tipo de control.
“Es una lotería genética, pero hay elementos que sí se han determinado que van directamente en
relación con la posibilidad de desarrollar este tipo de malformaciones, como son el uso de drogas, alcohol, cigarrillo y exposición de radiación, durante la gestación por parte de la madre”, destacó el profesional de la salud.
Aseveró que, durante el embarazo, se le recomienda a la madre llevar una buena alimentación y tomar ácido fólico, polivitamínicos, además de hierro, para evitar estas anomalías. “Entre los órganos que pueden sufrir una malformación está el corazón”.
Carvallo resaltó que el diagnóstico inicial de un niño se da durante etapas embrionaria (control prenatal) o al nacer, donde hay elementos relacionados con manifestaciones clínicas como la coloración azulada, cansancio, entre otras.
TIPOS DE CARDIOPATÍAS
Cardiopatías cianóticas: Se refiere a un grupo de muchos defectos cardíacos diferentes, presentes al nacer (congénitos). Estos ocasionan niveles bajos de oxígeno en la sangre. La cianosis se refiere a un color azulado en la piel y las membranas mucosas. Corresponden al 30% de los casos.
Cardiopatías no cianóticas: La oxigenación de la sangre es regular, pero la forma de trabajar del corazón no es la correcta, por lo que resulta comprometido con sobrecargas que pueden tener consecuencias importantes. Corresponden al 70% de los casos.