El Bayern de Múnich, seis veces campeón de la Champions, sufrió para empatar “in extremis” ante el Celtic escocés (1-1) y meterse así en octavos, una ronda que contará con varios invitados inesperados como el Feyenoord o el Brujas, verdugos de Milan y Atalanta respectivamente.
Las eliminaciones del conjunto “rossonero” y de la “Dea” depararon una noche de pesadilla para el fútbol italiano, lo que podría tener su incidencia en la quinta plaza adicional para la próxima Champions que otorga la UEFA al campeonato con mejores resultados en competiciones europeas.
La debacle italiana comenzó con el empate del Milan (1-1) en el primer partido del día ante el Feyenoord neerlandés. San Siro se había vestido con sus mejores galas para lo que parecía iba a ser una noche de fiesta tras una esperanzadora derrota por la mínima en Róterdam.
No menos dolorosa e inesperada fue la eliminación del Atalanta, que se había traído también una derrota por la mínima de tierras de Flandes (2-1), ero el Brujas consumó el “sorpasso” en Bérgamo (3-1) apeando al vigente campeón de la Europa League.
No hubo sorpresa en el Allianz Arena, aunque el Bayern se irá a dormir con el susto en el cuerpo después de que no lograse el 1-1 final ante el Celtic hasta el tiempo añadido.
Mientras los 75.000 espectadores presentes en el Allianz Arena contenían el aliento en la fría noche muniquesa dispuestos a presenciar al menos media hora más de juego, el canadiense Alphonso Davies aprovechó un rechace del arquero Kasper Schmeichel a remate de cabeza de Leon Goretzka para lograr la igualada en el último de los cuatro minutos del tiempo añadido.
El equipo dirigido por Vincent Kompany se enfrentará al Bayer Leverkusen o al Atlético de Madrid por un puesto en cuartos de final de la máxima competición europea (sorteo este viernes).
||AFP
