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***Tras este fin de semana perfecto, con 37 de 37 puntos posibles, el catalán confirmó su rápida adaptación a Ducati
La estrella del paddock Marc Márquez ganó el Gran Premio de Tailandia, primera prueba de la temporada de MotoGP, para poner el broche a un «sueño» este domingo, en su debut con la escudería oficial de Ducati.
El español, que ya logró la ‘pole position’ y venció en la esprint el sábado, envió sobre el trazado de Buriram un mensaje claro al resto de la parrilla: el seis veces campeón del mundo entre 2013 y 2019 está de regreso.
Superó para ello a su hermano pequeño Álex Márquez (Ducati-Gresini), segundo, y a su compañero italiano Francesco Bagnaia (3º), anunciado como su gran rival por el título 2025, en un podio 100% Ducati.
Tras este fin de semana perfecto, con 37 de 37 puntos posibles, el catalán confirmó su rápida adaptación a Ducati, adecuada a las altas expectativas que rodean a la escudería.
«Estoy viviendo un sueño. Arrancar esta nueva aventura en Ducati con la ‘pole position’ y dos victorias es increíble. Y hacer 1-2 con mi hermano, no puede ser mejor», reaccionó Márquez.
Durante todo el fin de semana Márquez se ha impuesto a su compañero Francesco Bagnaia, doble campeón del mundo que lleva ya seis temporadas en la formación roja.
Con el manillar de la considerada como mejor máquina de la parrilla, Márquez y Bagnaia están llamados a protagonizar una encarnizada lucha por el título.
En Tailandia, los dos pilotos intercambiaron elogios a lo largo del fin de semana, haciendo hincapié en el ambiente de equipo. Sobre el asfalto, no hubo duelo entre ambos pilotos.
«Marc ha jugado con nosotros durante la carrera», reaccionó Bagnaia. El piloto más cercano a Marc Márquez en Tailandia ha sido su hermano Álex, que lideró el GP durante varias vueltas.