A escasos 600 kilómetros de donde 19 niños y dos profesores han sido asesinados en un tiroteo en la localidad texana de Uvalde (Estados Unidos), los Dallas Mavericks y los Golden State Warriors disputaban en Dallas el cuarto partido de los playoffs de la NBA y pocas horas antes del encuentro el entrenador de los visitantes, Steve Kerr, compareció en la sala de prensa sin ningún ánimo de hablar de baloncesto.
Kerr, uno de los mejores técnicos de la liga y que siempre ha sido consciente del altavoz que posee con su cargo, es una de las figuras más reconocidas del deporte estadounidense a la hora de alzar la voz y reivindicar causas sociales y políticas. De hecho, un atentado en el que murió su padre en 1984 ha marcado la vida del técnico y exjugador. En 18 de enero de 1984 Malcolm Kerr, que era profesor de Universidad de Historia Árabe, murió asesinado por hombres armados cuando era rector de la Universidad Americana de Beirut.
“No voy a hablar de baloncesto ni nada de lo que le ha pasado al equipo durante las seis últimas horas. Cualquier pregunta sobre baloncesto no es relevante. Catorce niños y una profesora (eran las cifras oficiales en el momento en el que ha hablado Kerr) han sido asesinados a 400 millas (640 kilometros) de aquí y en los últimos diez días hemos tenido personas mayores negras asesinadas en Buffalo, un tiroteo en una iglesia asiática en California y ahora tenemos esto, niños asesinados en su colegio. ¿Cuándo vamos a hacer algo?”, gritó en la sala mientras se emocionaba y mostraba en su rostro la rabia que difícilmente podía contener.
Con información de Portales Web