Tus pies son el soporte de todo tu cuerpo. Tratarlos con mimo es lo mínimo que puedes hacer por ellos. No solo lucirán hermosos, sino que te asegurarás de tenerlos siempre hidratados y suaves.
El uso constante de zapatillas descubiertas como sandalias y zapatos sin talón, son el principal causante de la resequedad. Esto se debe al contacto directo de la piel con el aire. Mientras más permanezcan al descubiertos, más rápido se resecarán.
Pero eso no significa que no puedas lucir bella con tus lindas zapatillas. No. Esto significa que deberás consentirlos y tratarlos más habitualmente.
Para ello, te sugerimos el spa pedicura. Una manera fácil y sencilla de mantenerlos bien cuidados. Solo deberás seguir los pasos que te presentamos a continuación.
Spa para tus pies
Para comenzar, lo ideal para tener unos pies bien hidratados, sin resequedad o grietas, es mantener su cuidado periódico. Esto quiere decir que todos los días, preferiblemente luego del baño, deberás hidratarlos con tu crema favorita. Esto permitirá que la piel se mantenga sana y suave, sin importar el calzado que utilices.
Pero, si eres de las que no le presta mucha atención a sus pies, cuando llega la hora de exhibirlos estando en la playa o usando zapatillas ligeras, no mostrarán nada agradable a la vista.
Con este tratamiento intensivo que te presentamos a continuación, podrás consentir esa parte tan olvidada de tu cuerpo, dándoles el spa que se merecen. Toma nota de los pasos.
Remoja
Comienza tu spa de pies colocándolos en remojo. En una ponchera o recipiente lo suficientemente profunda para que entren tus dos pies, coloca agua tibia, un poco de sal gruesa, una cucharada de bicarbonato de sodio y el aceite esencial de tu preferencia.
Si tus tobillos están extremadamente, puedes colocar también al agua un chorrito de vinagre blanco. Este te ayudará a ablandar la piel.
Este paso no solo servirá para tus pies, sino que también será una excelente manera de relajar tus piernas y mente. Los descansará mientras remueve y ablanda las impurezas de la piel.
Exfolia
Pasado un tiempo tus pies dentro del agua tibia, la piel se suavizará, y será el momento perfecto para exfoliarlos. La exfoliación ayudará a remover células muertas y eliminar la piel reseca de tus pies.
La exfoliación podrás hacerla con los ingredientes de tu preferencia. Aquí te damos dos opciones igual de efectivas:
– Bicarbonato y aceite de oliva: mezcla un chorrito de aceite de oliva con una cucharadita de bicarbonato de sodio hasta formar una crema compacta y algo espesa y grumosa. Masajea todo el pie con esta crema, dando mayor énfasis en las áreas duras, ásperas o callosas de los pies. Al finalizar lava tus pies con agua e hidrata.
– Aúcar y aceite de almendras: mezcla ambos ingredientes las cantidades necesarias para obtener una pasta espesa. Al igual que el exfoliante de bicarbonato, coloca la crema en tus pies y frota sobre todas las áreas resecas y agrietadas. Puedes incluso dejarlo actuar unos minutos y luego pasar un removedor de callos para ayudar a remover piel reseca. Al finalizar enjuaga tus pies con agua tibia y humecta.
Hidrata
Luego de retirar las células muertas de tus pies, si deseas una hidratación profunda, más allá de las cremas comerciales, te aconsejamos realizar una crema humectante.
Esta crema la podrás elaborar con un poco de vaselina o miel y zumo de limón. Coloca estos ingredientes en tus pies y cúbrelos con papel film de cocina. Colócate unas medias y lo dejas actuar por 20 minutos. Si la resequedad es profunda, puedes dormir toda la noche con el humectante puesto.
Para retirar, solo deberás lavar tus pies con agua tibia o fría. Notarás cómo tus pies quedarán suaves e hidratados. Podrás hacer este spa de pies una vez por semana para siempre mantenerlos suaves y tersos.
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