María Branyas Morera, la mujer que desde hacía un año era la persona más anciana del mundo y la octava más longeva de la historia, falleció la madrugada de este lunes en España a los 117 años y 168 días, según confirmó la familia a EFE.
María, cuyos restos fueron incinerados este martes, “se apagó durmiendo, que era lo que ella quería y lo que queremos todos”, afirmó Rosa Moret, la hija pequeña de María, de 80 años.
La supercentenaria murió sobre las seis de la mañana del lunes en la residencia Santa María del Tura de Olot (noreste), en la que vivía desde hacía unas dos décadas, y poco después en su cuenta de X, que lleva uno de sus yernos y que cuenta con más de 18.400 seguidores, escribieron este mensaje:
“Y cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando de amor” (Tagore). “Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocías, allí donde vaya seré feliz, pues de alguna manera os llevaré siempre conmigo”.
El mensaje tiene más de un centenar de mensajes de afecto.
María, hija de un periodista de Pamplona que fue responsable de la revista americana Mercurio y de una publicación barcelonesa, nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco (EEUU), donde su padre había ido por trabajo después de pasar una temporada en México.
En 1914, tras un periplo por Nueva Orleans y lanzar ante las costas gallegas las cenizas de su padre, fallecido en el viaje en barco que les llevaba de regreso a Cataluña, María vivió en varias localidades catalanas antes de ingresar, hace más de 20 años, en la residencia, donde entonces residía una amiga y prima de su marido.
Con información de EFE