En un caso que desafía las barreras del aislamiento penitenciario, Daisy Link y Joan Depaz, ambos acusados de asesinato y recluidos en el Turner Guilford Knight Correctional Center de Miami-Dade, lograron concebir una niña sin haberse conocido físicamente. El sorprendente método utilizado para comunicarse y concebir ha captado la atención pública y generado un intenso debate sobre las condiciones en los sistemas penitenciarios.
De acuerdo con la madre de Daisy, un día fue a visitar a su hija a la cárcel y esta le contó que iba a ser abuela. Por lo que su madre solicitó una investigación de asuntos internos para corroborar la información.
Según las autoridades del centro correccional, la reclusa sí se encontraba en estado de gestación, pero no entendían cómo pudo suceder si los jóvenes no se habían visto jamás.
La versión de la inusual concepción fue contada por Daisy poco después. La mujer explicó que conoció a Joan Depaz a través del conducto de ventilación de su celda, mismo que conecta con la celda del hombre.
En ese sentido, la reclusa comenta que durante algún tiempo estuvieron hablando hasta el punto que sentía como si estuvieran en la misma habitación. Un día el joven, de 23 años, le contó a la mujer que estaba muy ansioso por ser padre, así que idearon un plan para poder llevar a cabo el embarazo.
Los reclusos se percataron de que sus celdas estaban interconectadas por el ducto de ventilación, por lo que Depaz se dispuso a enviar su semen en un guante enrollado todos los días, cinco veces al día, durante al menos un mes.
Actualmente, la bebé ‘milagrosa’ se encuentra bajo la protección de la familia Link, mientras los padres de la menor siguen recluidos en el centro correccional de Miami, Florida.
Con información de Versión Final
