La barba de maíz tiene interesantes aplicaciones medicinales. En particular, posee compuestos antioxidantes y antiinflamatorios que contribuyen al bienestar.
La barba de maíz son las fibras largas y brillantes que se encuentran en la parte superior de las mazorcas. También se conocen como “seda de maíz” y se valoran en la medicina natural debido a su composición nutricional.
De acuerdo con una publicación de la revista Molecules, es un ingrediente empleado por los chinos y nativos americanos para tratar ciertas enfermedades. Esto se debe a su aporte de flavonoides, terpenoides y otros compuestos farmacológicos que ayudan a promover el bienestar.
¿Qué es la barba de maíz?
La barba de maíz es una planta medicinal que se emplea como estimulante, antiinflamatoria y fuente de antioxidantes. En particular, son los hilos de material vegetal que se encuentran debajo de la cáscara de la mazorca fresca.
Su función es ayudar en el crecimiento del maíz y en la polinización; no obstante, también se le han dado usos en la medicina natural.
Si bien no se considera un tratamiento de primera elección contra las enfermedades, algunas investigaciones han determinado que sí aporta beneficios sobre la salud. Además, información recopilada por la corporación estadounidense WebMD expone que es una fuente de nutrientes esenciales como los siguientes:
Proteínas.
Carbohidratos.
Vitaminas.
Minerales.
Fibra dietética.
Contiene antioxidantes
Obtener antioxidantes es importante para proteger a las células contra los efectos negativos de los radicales libres. Estos últimos se asocian de manera directa con un riesgo elevado de enfermedades crónicas. Por fortuna, ingredientes como la barba de maíz brindan una concentración interesante de estas moléculas.
Tal y como lo detalla una investigación divulgada en Biomedicine and Pharmacotherapy, este ingrediente tiene una cantidad considerable de fenólicos y flavonoides, conocidos por su efecto antioxidante. Asimismo, aporta terpenoides, cuya asimilación ayuda a estimular las funciones del sistema inmunitario.
Actúa como antiinflamatoria
Las propiedades antiinflamatorias de la barba de maíz se han aprovechado con varios fines medicinales. Una investigación compartida en Journal of Inflammation concluyó que la suplementación con extracto de barba de maíz puede ser un tratamiento prometedor contra enfermedades inflamatorias vinculadas al estrés oxidativo.
Considerando lo anterior, podría ser un coadyuvante en las enfermedades cardíacas, los tumores y la gota, entre otras afecciones. Aún así, son necesarias pruebas para corroborar dichos efectos en la salud humana.
Contribuye a regular los niveles de glucosa en sangre
Ahora mismo, los suplementos de barba de maíz no se consideran una opción de tratamiento contra la diabetes. Sin embargo, en la medicina natural es un complemento para disminuir los niveles altos de glucosa en la sangre.
Respecto a esto, un estudio en animales publicado en Molecules observó que los flavonoides de seda de maíz favorecen la reducción de la glucosa.
A su vez, un estudio de probeta determinó que los antioxidantes de este derivado del maíz son útiles en la prevención de la enfermedad renal diabética, también llamada nefropatía diabética.
Favorece la eliminación de líquidos
Que la barba de maíz actúe como diurético deriva en otros beneficios. En concreto, disminuye las complicaciones relacionadas con la retención de líquidos, como las patologías renales, los dolores articulares y la presión arterial alta.
Una investigación en Phytomedicine respalda su potencial como diurético. Sin embargo, resalta necesario obtener más evidencias.
Ayuda a regular el colesterol
Los niveles altos de colesterol son un factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Para su control, es necesario modificar la dieta y el estilo de vida. Asimismo, se pueden considerar algunos complementos útiles, como los extractos de barba de maíz.
De acuerdo con una revisión compartida en Current Pharmaceutical Design, la seda de maíz tiene propiedades hipolipémicas que favorecen la reducción del colesterol total y el colesterol malo (LDL). Incluso, parece que estimula la síntesis de colesterol bueno (HDL). De todos modos, se requieren más estudios en humanos.
Con información de Primicia