El término estrés hace alusión a un sentimiento de tensión física o emocional, y puede provenir de cualquier situación o pensamiento que hace que la persona se sienta frustrada, furiosa, o nerviosa.
En la actualidad, muchas son las circunstancias que llevan a las personas a vivir bajo un ritmo de vida acelerado y esto a su vez genera estrés.
No dejes que esa reacción que lleva a querer cumplir con las demandas que se exigen y la sobrecarga de actividades influyan en tu bienestar tanto físico como psicológico.
¡No al estrés!
Estar conforme con su vida, gozar de buena salud mental y tener la capacidad de lidiar con emociones difíciles, ayuda en gran medida a controlar el estrés.
Si la persona se siente bien consigo, es probable que cada actividad que lleve a cabo la haga de manera placentera y esto su cuerpo y mente lo agradecen.
Estar en paz consigo permite en parte que el cuerpo se prepara para “luchar o desertar” ante lo que se presente.
Al sentir que el estrés se apodera de tus días, que el corazón late más fuerte, la respiración se acelera y crece el nivel de angustia; es momento de tomar cartas en el asunto.
Estas sensaciones pueden causar problemas físicos, como dolor de cabeza, de estómago o de espalda, e incluso, debilidad del sistema inmunitario.
¿Cómo parar?
No todo está perdido, esta situación se puede controlar, y la clave es aprender a manejar el estrés y, así, preservar la salud.
Una de las mejoras alternativas para ponerle un freno al estrés es realizando alguna actividad física. Hacer ejercicios físicos con regularidad es una de las mejores maneras de manejar el estrés.
Salir a caminar, trotar, nadar, y hasta bailar, permiten que la persona libere endorfinas y por consiguiente, produce sensación de bienestar.
Escribir una especie de diario en la cual pueda llevar un registro de lo que le molesta puede en parte ayudar a liberarse de esa carga que le genera incomodidad y drenar el estrés.
Expertos señalan que nada mejor que escribir, hablar y decir lo que se siente. Compartir sus sentimientos siempre ayuda a liberarse.
Otra alternativa para escapar del estrés puede ser recurrir a la aromaterapia, el yoga, taichí y a los ejercicios de respiración; todas estas terapias que permiten que la persona se calme.
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Consejos
– Realizar un pasatiempo puede darle alegría y ayudar a relajarse.
– Escuchar música, no necesariamente instrumental. Coloca las canciones que sean de tu agrado y te hagan feliz.
– Sonreír y agradecer ayuda con el bienestar físico y emocional.
– Meditar también favorece a que las personas logren controlar lo que ocurre a su alrededor.
– Hacer tareas voluntarias también puede ser bueno para aliviar el estrés.
– Pensar siempre en presente ayuda a vivir el momento. Es fundamental evitar preocuparse por lo que pasó o lo qué pasará, porque de ello no se tiene control.
– Mantener contacto con amigos y familiares que sean de apoyo.
– Organizar las tareas estableciendo prioridades.
– Evitar pensar obsesivamente en los problemas.
Con información de Diario 2001