Las cutículas suelen ser tratadas durante el proceso de la manicura y la pedicura, algunas personas las cortan y otras prefieren solo empujarlas.
Sin embargo, sabes qué es mejor, qué es lo que conviene más para evitar correr algunos riesgos que puedan lastimar y hasta infectar la zona.
¿Qué son las cutículas de las uñas?
Son una delgada capa de piel que se encuentra justo en el nacimiento de la uña y cuya función es protegerla de posibles bacterias e infecciones.
Generalmente esta parte es tratada con cremas, vaselina y otros productos para suavizarlas al momento de la manicura o pedicura, pero también pueden cortarla con la herramienta destinada para ello “corta cutículas”.
Lo que conviene…
Según los expertos en el cuidado de manos y pies, e incluso los dermatólogos recomiendan no cortar las cutículas porque son una barrera protectora de la uña.
Éstas son una acumulación de células que protegen el nacimiento de la uña y evita que entre suciedad.
Por lo que si deseas cuidar tus manos y pies, debes dedicarle tiempo y utilizar productos específicos que ayuden a mantenerlos bonitos, sin eliminar la cutícula.
Cabe acotar que si se hace de manera incorrecta, se puede dañar la matriz y la uña nacerá deforme, por ejemplo.
Además, se corre el riesgo de que entren bacterias u hongos y la zona se infecte. Incluso, si creas el hábito de cortarlas siempre, tendrás la desventaja de tener que cortarlas continuamente porque crecen muy rápido.
En este sentido, la recomendación de los expertos es en vez de cortarlas, empujarlas hacia atrás.
Para ello utiliza un paño o un palito de naranjo para uñas después de la ducha o de lavarse las manos y pies con agua caliente, pues esto ayuda a que las cutículas se ablanden.
Con Información del diario 2001.
