Escoger la lechosa madura y apta para el consumo del día es una tarea que requiere de ciertos conocimientos.
No es lo mismo comprar esta fruta pintona, mallugada o a la que le falta un trozo, a llevar a casa una que está entera de color naranja o amarilla de manera uniforme.
Por tanto, si deseas poder aprovechar todos los beneficios que aporta esta fruta al organismo, sigue leyendo y entérate, qué debes tomar en cuenta para comprarla en el mercado.
Trucos para escoger la lechosa
1. Ver su textura, color y bordes. Generalmente el color de la lechosa varía entre el verde, el amarillo y los tonos naranjas más oscuros.
El verde y amarillo es un indicativo de que aún no está lo suficientemente madura y al abrirla te encontrarás con una pulpa pálida, dura y sin sabor. Entre más naranja-rojiza esté, estará más dulce.
En este sentido, busca que tenga un naranja medio a oscuro si la vas a abrir en ese momento y que tenga un color más o menos parejo en toda la cáscara, además de que no se vean hundimientos, cortes o manchas desiguales.
2. Tócala y elige la de piel suave, sin bordes, arrugas, hundimientos ni magulladuras, pues en éstos se pueden formar hongos que resultan ser nocivos para la salud.
Una recomendación es presionar ligeramente con la yema de tus dedos y si la piel se siente dura es que aún está verde, si se hunde un poco quiere decir que está suave, en su punto y si se hunde demasiado quiere decir que ya se pasó de madura.
3. Olerla cerca del tallo a una distancia prudente y respetando de no tocarla para aspirar su aroma. Con ello debes percibir un ligero aroma, típico de esta fruta y algo dulce, si está en su punto.
Pero si el olor es demasiado fuerte, incluso sin acercarla demasiado, es posible que ya esté pasada.
Importante
El olor, sabor y textura deberán de ser de tu agrado, regularmente dulce, suave, tierna y lisa para que puedas disfrutar regularmente de esta fruta en perfectas condiciones.
En caso de querer comprarla pero no se consumirá enseguida se recomienda que esté totalmente verde si la guardarás por más de 5 días.
Si la cáscara tiene algunas manchas amarillas, es posible que tarde en madurar entre 4 y 5 días.
Cuando la cáscara es mitad verde y mitad amarilla, se llevará entre 2 y 3 días para madurar.
Finalmente, si la piel está amarilla y con pocas manchas verdes, estará lista para consumirse en una semana; por lo que se sugiere dejar en un lugar fresco a temperatura ambiente para que madure.
Con información de Diario 2001